Fue un año inolvidable. Cualquier aficionado txuri-urdin llevará grabado a fuego el descenso 40 años después de competir ininterrumpidamente en la elite, pero el día del ascenso seguro que está guardado en sus corazones como una de los más felices de sus postales con la Real. Después de dos campañas hundida en el infierno, con la celebración del centenario incluida, y angustiada por una grave crisis económica que le puso cerca del precipicio de la desaparición, el club encajó a la tercera todas las piezas del rompecabezas. Un éxito sustentado en un entrenador desconocido, Martín Lasarte, motivador excepcional que acabó con el pesimismo que se respiraba en las tuberías de la entidad; un proyecto basado en la cantera, con una media de 8-9 jugadores de casa en los onces que dio el esperado paso adelante que venía apuntando; una columna de veteranos vital, compuesta por Bravo, Ansotegi-Mikel González, Aranburu-Xabi Prieto (los dos capitanes básicos dentro y fuera del campo), y un loco goleador en la punta de ataque, Carlos Bueno, para solventar esos partidos en los que no sale todo redondo y hay que vencer por oficio; y, por último, y por encima de todos, Griezmann, una inesperada perla francesa salida del vivero blanquiazul que cambió la cara al vestuario y al equipo.
Y eso que los inicios no fueron fáciles y las primeras jornadas dejaron muchas dudas. Un triunfo en Soria, con cerca de 2.000 aficionados realistas en las gradas, se convirtió en el punto de inflexión para un equipo que poco después alcanzó el liderato y ya no abandonó las posiciones nobles en todo el curso, en parte debido a que convirtió Anoeta en un fortín inexpugnable. La temporada se le hizo larga y hubo que sufrir en las últimas jornadas hasta que la Real selló un triunfo definitivo en una calurosa tarde en Cádiz. La semana siguiente, con un estadio y una ciudad teñidas de txuri-urdin, el club celebró la fiesta del ascenso al derrotar al Celta a falta de otra jornada para el final. Sí, era un logro menor en comparación con otras gestas en su historia, pero el sentimiento y la emoción que se vivieron quedarán para siempre en nuestras retinas. La Real siempre vuelve.
Albiste txarrak agudo etorri ziren 2010ean. Urtea hasi eta hamabi egunera, inoizko lurrikararik suntsitzaileenetako batek Haiti desegin zuen, ordurako Amerikako estaturik pobreena zelarik. Lurrikararen ondorioz, gutxienez 217.000 pertsona hil ziren eta herrialdearen zati handi bat hondakin bihurtuta geratu zen, milioi eta erdi inguru bizilagun etxerik gabe utziz. Nazioarteko erakundeak eta mundu osoko herrialdeak berehala mobilizatu ziren laguntza materiala eta langile espezializatuak bidaltzeko hondamendia gertatu zen lekura; tamalez, emandako funts guztiak ez ziren Haitiko herritarrengana iritsi, eta herrialdea berreraikitzeko prozesu gogor bati aurre egin behar izan zioten.
Xabier Leteren argia betirako itzali zen 2010ean, 66 urterekin. Abeslari eta olerkari oiartzuarra Ez dok Amairu taldeko kidea izan zen 60ko hamarkadan, Mikel Laboa, Benito Lertxundi, Lourdes Iriondo eta beste hainbat musikariekin batera, eta bere abesti asko belanauldi hartako ikur bihurtu ziren. Olerkaritzan, bere gogoeta eta kezkarik sakonenak islatu zituen. Hil baino urtebete lehenago, Euskadi Literatur Saria jaso zuen bere azken lanagatik, Egunsentiaren esku izoztuak.
BIMILAHAMAR
Una de las imágenes curiosas del año 2010 fue la que dejó el pesquero Motxo, que encalló en el flysch de Zumaia a principios de noviembre. La mejor noticia del sorprendente y dramático accidente marítimo fue que sus nueve tripulantes fueron rescatados ilesos con la ayuda de Salvamento Marítimo y un helicóptero de la Ertzaintza.
2010 destacó por los acontecimientos acaecidos en el entorno de ETA y en el ámbito de la cultura. En lo que al primer asunto hace referencia, el último atentado mortal de la organización armada se produjo el 16 de marzo en la localidad francesa de Dammarie-lès-Lys, en el que falleció el gendarme Jean-Serge Nerin. Seis meses después, ETA anunció un alto el fuego, incidiendo en que cesaban todas las “acciones armadas ofensivas”.
Y en el segundo plano, cabe reseñar la noticia luctuosa de la muerte del cantautor y poeta oiartzuarra Xabier Lete. Además, Anoeta acogió en el mismo mes de septiembre el último concierto de U2 en tierras guipuzcoanas.
A nivel deportivo brilló Edurne Pasaban, que se convirtió en la primera mujer en completar los catorce ochomiles. Y hubo que lamentar el fallecimiento del aizkolari Joxemari Mendizabal en la plaza de toros de Tolosa tras sufrir un infarto en la apuesta que le midió a Olasagasti. Por último, en lo que hace referencia a las catástrofes, cabe reseñar el terremoto de Haití, en el que murieron más de 200.000 personas.