La central nuclear de Zaporiyia, ocupada por los rusos, produce normalmente más de una cuarta parte de la electricidad de Ucrania y sigue teniendo una importancia crítica para el sistema energético del país, además de garantizar importantes ingresos por la exportación de electricidad.

La mayor central nuclear de Europa, que se ha convertido en el centro de la atención mundial debido a los riesgos de un accidente nuclear, consta de seis reactores con un gigavatio de capacidad cada uno.

Así, su proporción en la capacidad total de las cuatro centrales nucleares ucranianas es del 45% y su contribución equivale aproximadamente al 27% de la producción total de electricidad en Ucrania, explica a Efe Volodímir Omelchenko, jefe de programas energéticos del laboratorio de ideas Razumkov Center.

“Rusia ha estado creando deliberadamente inestabilidad en torno a la central en un intento de forzar al mundo a disminuir su apoyo a Ucrania por el miedo a la catástrofe nuclear”, dice.

Como aparentemente no ha logrado este fin, Rusia sigue esperando conseguir sus objetivos mínimos.

“Ha estado tratando de desconectar la planta de la red eléctrica ucraniana y crear la infraestructura necesaria para utilizar la planta para suministrar electricidad a la red eléctrica rusa y a Crimea”, indica.

Varios expertos ucranianos, incluido Omelchenko, no creen que Rusia lo consiga.

Aparte de las dificultades técnicas y de los combates persistentes en la zona, Ucrania ha demostrado su capacidad para dañar la infraestructura necesaria para el transporte de electricidad desde la central nuclear a Crimea.

El 16 de agosto, una importante subestación de transformación explotó en Dzhankoy, en la península anexionada.

La central también suministra electricidad a gran parte del sur de Ucrania ocupado por Rusia, lo que podría frenar al Kremlin de hacerla inoperativa por completo.

Sin embargo, desde que Rusia ocupó la central el 4 de marzo, su producción ha ido disminuyendo.

La central dejó de producir electricidad brevemente el 26 de agosto, después de que todas las líneas eléctricas que la conectaban a la red eléctrica ucraniana resultaran dañadas debido al bombardeo de la zona que la rodea.

El viernes, solo un reactor de la central suministraba electricidad a la red ucraniana a la mitad de su capacidad, según Omelchenko.

Si bien las necesidades de electricidad en Ucrania se han reducido en un 35% desde el inicio de la invasión rusa, hasta los 10-11 gigavatios, debido a la destrucción de la industria y a la emigración, la central de Zaporiyia sigue siendo muy importante para la capacidad del país de capear el próximo invierno en dos sentidos.

Durante los meses más fríos, se espera que las necesidades de electricidad del país aumenten hasta al menos 17-18 gigavatios, dice Omelchenko.

Si hay escasez de gas en el país, se espera que las necesidades aumenten todavía más, dependiendo también del frío que haga.

CORTE DE SUMINISTRO

“DIFICULTADES TÉCNICAS”

lll Una quinta parte del consumo. Las autoridades prorrusas de la ciudad de Energodar, que aloja la central nuclear de Zaporiyia, anunciaron ayer la suspensión del suministro de energía eléctrica a la red ucraniana debido a “dificultades técnicas”. La central aporta una quinta parte del consumo eléctrico del país. “Los especialistas destinados allí han informado de que debido a las características técnicas varía la electricidad generada por los reactores. El suministro de electricidad a los territorios controlados por Ucrania ha sido suspendido debido a dificultades técnicas”, indicó la administración cívico-militar prorrusa de Energodar en su canal en Telegram, según recoge la agencia rusa Interfax.