Un tribunal chino rechazó el recurso de apelación de la denunciante en un mediático caso de acoso sexual considerado de gran relevancia para el movimiento #MeToo en China, según un comunicado de la corte pekinesa.

En un comunicado emitido a última hora del miércoles, la Primera Corte Intermedia de Pekín consideró que "las pruebas presentadas por la apelante fueron insuficientes para probar el acoso sexual en su contra", por lo que "la solicitud de apelación no se pudo aceptar".

En 2018, la joven Zhou Xiaoxuan, que por entonces realizaba prácticas laborales en la televisión estatal CCTV, denunció por acoso sexual al popular presentador de la cadena, Zhu Jun, en un periodo en el que las redes sociales del país se hacían eco de situaciones similares.

En aquel momento, varias fueron las mujeres chinas que manifestaban haber sufrido situaciones similares, pero sus mensajes fueron progresivamente censurados en plataformas como la popular red Douban.

En el aviso publicado en la cuenta del tribunal en Weibo, el equivalente en China de la censurada Twitter, la Corte manifestó que por lo consiguiente decidieron "rechazar todas las solicitudes de apelación" además de "confirmar la sentencia original", cuyo veredicto se dio en septiembre de 2021.

"El proceso del primer juicio supuso un segundo y profundo trauma (tras el supuesto acoso)", afirmó Zhou antes de acceder para la audiencia a una corte acordonada y rodeada de policías, en declaraciones recogidas por el diario hongkonés South China Morning Post.

Un pequeño grupo de simpatizantes se personó en la zona para mostrar su apoyo mientras sostenían carteles que lucían el mensaje #MeToo.

"Han pasado cuatro años, y lo más importante es que nos hemos planteado esta pregunta: cuando una mujer se encuentra con acoso sexual en un espacio cerrado, ¿vale la pena prestar atención a su dolor?", compartió Zhou con sus seguidores.

En declaraciones tras el veredicto, confesó que "la victoria no es tan importante" para ella y afirmó que acepta el resultado.

El fallo judicial llega después de que en los últimos meses se haya disparado la demanda de clases de defensa personal en China tras hacerse viral un vídeo en el que un grupo de hombres propinó una paliza a unas jóvenes que rechazaron sus "atenciones" y que horrorizó a la población, poniendo en pie de guerra a las mujeres del país.