Una alerta de calor extremo entró este jueves en vigor en Inglaterra y Gales, si bien no se espera que las temperaturas lleguen a los 40 grados, como ocurrió en la primera ola de julio, informó la Oficina de Meteorología (Met, en inglés).

La alerta ámbar, una por debajo de la máxima -roja-, estará vigente hasta el próximo domingo y afecta en concreto al centro y sur de Inglaterra y parte de Gales, añadió la fuente.

En algunas áreas las temperaturas pueden llegar a los 37 grados, algo inusual en el Reino Unido en verano.

Según la Met, hay un riesgo "excepcional" de incendios debido a que los pastos están muy secos por la ausencia de lluvias, una situación que dura ya más de un mes, por lo que se ha recomendado a la población que evite hacer barbacoas.

La ola de calor, según la Met, puede tener un efecto en la salud de los más vulnerables, como niños y ancianos, y el transporte.

En Escocia e Irlanda del Norte, en cambio, las temperaturas están en torno a los 25 grados.

En la ola de calor de julio, el Reino Unido registró temperaturas no vistas y por primera vez el país se vio obligado a declarar la alerta roja por el impacto que el calor pudiera tener en personas vulnerables y en algunas infraestructuras, como las líneas ferroviarias.