Rusia intentó ayer avanzar en la región oriental de Donetsk en dirección a las ciudades de Bajmut, Kramatorsk y Sloviansk mientras recluta “voluntarios” en sus diferentes regiones para enviar nuevos batallones a Ucrania y así evitar decretar una movilización general. Los ataques en tierra se centraron en la estratégica localidad de Síversk, unos 44 kilómetros al este de Sloviansk y a unos 58 kilómetros al noreste de Kramatorsk, los dos principales bastiones de Ucrania en la región de Donetsk.

“Nuestras unidades están prácticamente expulsando de Síversk a los militares ucranianos que quedan allí y que de hecho están huyendo”, afirmó el portavoz del Ministerio del Interior de la autoproclamada república popular de Lugansk, Vitali Kisiliov.

Según el portavoz prorruso, los efectivos ucranianos se repliegan en dirección a Kramatorsk y Sloviansk. “Confío en que nuestra artillería acabará con todos estos fugitivos”, añadió Kisiliov.

Por su parte, el portavoz militar de la RPL, Andréi Marochko, afirmó en su cuenta de Telegram que el mando ucraniano tomó la decisión sobre la retirada gradual y en pequeños grupos de sus unidades de Síversk.

Ataque contra Mykolaiv

Estas informaciones no fueron confirmadas por la parte ucraniana, que denunció un poderoso ataque con misiles contra Mykolaiv, la capital de la región sureña del mismo nombre. El Servicio de Seguridad de Ucrania informó en su canal de Telegram de que miembros de su centro de operaciones especiales junto con efectivos de las Fuerzas Armadas derribaron un SU-25 y dañaron otro en la región meridional de Zaporiyia con sistemas de defensa antiaérea portátiles.

El empantanamiento de la “operación militar especial” rusa en Ucrania, suscita cada vez más críticas en los sectores nacionalistas radicales rusos. El Kremlin insiste que “todo marcha acuerdo al plan” y se abstiene de ordenar incluso una movilización parcial debido al carácter impopular de la medida y a que supondría admitir que su “operación especial” es una guerra. Por ello, las autoridades rusas han iniciado una campaña de captación de voluntarios en las diversas regiones del país. La república de Bashkiria ha enviado ya dos batallones de voluntarios a Donbás.

Muere un británico en la cárcel

Mientras, el Ministerio británico de Asuntos Exteriores convocó al embajador ruso en Londres, Andrey Kelin, para mostrar la “profunda preocupación” de las autoridades sobre las informaciones que apuntan a la muerte del británico Paul Urey en el territorio ucraniano controlado por Rusia.

Urey, capturado en abril por las fuerzas prorrusas en el este de Ucrania y acusado de haber combatido como mercenario en Donbás, falleció el domingo pasado en un penal de la autoproclamada república popular de Donetsk, informó ayer la defensora del Pueblo rusa, Daría Morozova.

En el primer examen médico diagnosticaron a Urey “una serie de enfermedades crónicas”. Entre ellas se detectaron la diabetes insulinodependiente, daños en el sistema respiratorio y los riñones y una serie de enfermedades del sistema cardiovascular, según Morozova. Además, añadió la defensora del Pueblo de la autoproclamada república de Donetsk, Urey “se encontraba en un estado psicológico deprimido debido a la indiferencia por su destino en su tierra natal”.

La política separatista sostuvo que Urey comprendió que “los representantes británicos ignoraron incluso la posibilidad de negociar su regreso como parte del procedimiento de intercambio de prisioneros”.

La cifra

600

Los Gobiernos de Francia, Alemania y Rumania se comprometieron ayer en Bucarest a enviar a la República de Moldavia ayudas por valor de 600 millones de euros para paliar los efectos de la guerra en Ucrania sobre esta exrepública soviética.

en corto

Lugansk

Referéndum de adhesión. Los separatistas prorrusos de la República Popular de Lugansk han creado un comité para preparar el futuro referéndum de adhesión a Rusia.

Crisis política

Moscú rechaza relación. El Kremlin rechazó ayer tener relación alguna con las crisis políticas que se han desatado en algunos países europeos, como Italia o el Reino Unido. “Se trata de un asunto interno de estos países, no vamos a interferir de ninguna manera y no tenemos ninguna relación con eso”, dijo el portavoz del Kremlin.