Downing Street ha rechazado este martes el debate de desconfianza presentando en la Cámara de los Comunes por el Partido Laborista contra el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, después considerar que la propuesta era un "abuso de poder".

La moción de censura se esperaba este miércoles después de haber sido solicitada por los laboristas pero, en un movimiento sin precedentes -ya que en Reino Unido es prerrogativa del Ejecutivo ordenar la agenda del Parlamento-, se le ha negado el tiempo parlamentario, según ha informado 'The Independent'.

Hasta ahora, todas las mociones de censura presentadas por la oposición habían salido adelante para su votación en la Cámara de los Comunes, independientemente de si después obtenía mayoría entre los diputados.

Entre los motivos de este rechazo, el Partido Conservador ha esgrimido que con el cambio en el liderazgo de los 'tories' tras la dimisión de Johnson era "suficiente". También ha calificado la iniciativa de "politiqueo", y de "pérdida de tiempo".

Los laboristas habían presentado la petición de moción argumentando que "esta Cámara no confía en el Gobierno de Su Majestad mientras el Honorable Miembro de Uxbridge y South Ruislip (Boris Johnson) siga siendo primer ministro". Tras su rechazo, han arremetido contra los conservadores.

"Una vez más, los Tories están cambiando las reglas para proteger a sus propios compañeros dudosos. Todos los candidatos al liderazgo conservador deberían denunciar este flagrante abuso de poder para proteger a un primer ministro desacreditado", ha declarado un portavoz laborista en declaraciones recogidas por la cadena BBC.

Nikki da Costa, exasesora de Downing Street, ha asegurado que la moción de censura ""no era un voto de confianza tradicional" y, por lo tanto, "no pasa la prueba". "Si los laboristas están 'absolutamente furiosos' porque su moción de censura no se debatió en una oportunidad temprana, sería útil que publicaran su moción en los lugares donde están furiosos", ha expresado Da Costa en cuenta de Twitter.

Los laboristas han mostrado su enfado argumentado que las mociones de censura pueden "tomar muchas formas" y señalan un ejemplo en 1965 que decía: "Esta Cámara no tiene confianza en el Gobierno de Su Majestad y deplora la conducta del primer ministro en los asuntos de la nación", según 'The Guardian'.