Más motivos para el brindis en Diestralandia. Aunque no sin susto, se ha salvado también Castilla y León. "El PSOE fracasa en sus mociones ilegítimas", proclama El Mundo en su editorial, que culmina con la consabida moralina: "A lo que hemos asistido en estas semanas es al fracaso de una estrategia de partido, urdida desde Ferraz -iniciada en Murcia y frenada en Madrid por Ayuso- para intentar conseguir poder regional de cualquier manera, tratando de alcanzar lo que las urnas le negaron".

Francisco Marhuenda también celebra lo que titula como "Otro fiasco socialista". No es difícil imaginarlo con capirote de cartón y un matasuegras en la boca: "La castaña ha sido monumental. El líder socialista [Luis Tudanca] ha tenido su minuto de gloria y el resto de legislatura se podrá lamer las heridas provocadas por el fiasco".

Unas páginas atrás en el mismo dario, y a la vista del fracaso de la moción de censura castellano-leonesa, el veterano Abel Hernández tiraba de épica un tanto parda para explicar el desenlace: "Esta es Castilla, que hace a los hombres y los gasta, según don Pedro López de Ayala. Lo asombroso es que esto sucedía ya, como se ve, a finales del siglo XIV, antes de que Castilla se ensanchara por el mundo, creara una hermosa lengua y fuera dominadora; antes de que hiciera a España y mucho antes de que la propia Castilla la deshiciera". Nunca debisteis cruzar el Pisuerga, forasteros, podía haber añadido.

También el editorial ABC se recrea en el episodio: "El grotesco final a este periodo de inestabilidad institucional impulsado por el PSOE desde La Moncloa se salda así con una derrota sin paliativos de Pedro Sánchez, y con la apertura de tres debates simultáneos que le dejan en pésimo lugar". Les libro de la enumeración de los mentados tres debates, y a cambio les dejo la conclusión modelo Juan Palomo del editorialista del vetusto diario: "El mensaje que está recibiendo Sánchez en este sentido es taxativo: 'no es no' a su manera de entender el poder". Será.

Los restos de Ciudadanos

Causa y a la vez efecto de la cuestión que viene ocupando estas líneas es la descomposición frenética de Ciudadanos. ¿Quién se quedará con lo que quede? Dos periódicos del mismo flanco apuntan sendas teorías bien distintas. Dice El Mundo en portada: "Sánchez intenta salvar a Cs tras fracasar su operación contra el PP". En el interior se dan más detalles: "El PSOE, pese al doble fracaso de sus mociones de censura, insiste en un acercamiento a Arrimadas", y añade que le ha ofrecido a la todavía máxima dirigente "pactos que permitirían a Ciudadanos alcanzar el poder en varios ayuntamientos".

La Razón, sin embargo, avanza una maniobra distinta, con algún sorprendente (o no) protagonista. "García Egea y Rivera harán el asalto final a Cs tras el 4-M", anuncia en portada. En las páginas de dentro, la cuestión se diluye: "El plan, encabezado por Hervías, pasa por hacerse con cargos locales y provinciales Esperan que un descalabro en Madrid consume la desbandada en los naranjas". ¿Hervías? ¿No era Albert Rivera en persona? Hay que bucear mucho en la información para encontrar el nombre del fundador y hundidor de Ciudadanos. Y al llegar a él, la decepción: "Como teórico inspirador también hay que apuntar al nombre de Albert Rivera, aunque en las filas de Cs cuentan que no acabó en buenos términos con Hervías". Vamos, onanismo periodístico.