El jazz no se conocería si no fuese por uno de sus grandes protagonistas: el saxofón. Ese instrumento con un sonido tan característico que enamora a cualquier fanático de la música. Además, su forma curva es inconfundible, sabrás identificarlo al instante. Desde que fue inventado a mediados de la década de 1840 no ha dejado de sonar ni de evolucionar: diferentes tamaños y cualidades sonoras diseñados para una ocasión diferente. 

El saxofón lo inventó Antoine Joseph Sax (Bruselas, 1814) -de su apellido se deriva el nombre de este instrumento-, más conocido como Adolphe Sax, que principalmente se dedicaba a fabricar instrumentos musicales belgas. Pero no solo fue el precursor de saxofón, si no también del fagot y del clarinete, los dos de metal, pero sin duda el primero ha sido el que marcó su carrera como inventor. 

Además, gracias a este descubrimiento el jazz empezó a tener su momento de gloria a partir de la década de 1920.  

“Animamos a nuestro hijo Oier a que no deje el saxo porque después se arrepentiría”

Susana Blázquez - Electrónica

Particularidades del saxofón 

  • Material: El saxofón es uno de los instrumentos de la familia de viento y madera más populares, y aunque pueda llevar a confusión, realmente está fabricado de latón, ya que las ondas sonoras son producidas por una caña oscilante, no por los labios del intérprete contra una boquilla, como ocurre en los metales, y porque se producen notas diferentes abriendo y cerrando llaves.
  • Forma: El cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón, que se ensancha en su extremo para formar una campana. A lo largo del tubo existen entre 20 y 23 agujeros de tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros muy pequeños de octava para ayudar a la interpretación del registro superior, aunque estos no sean esencialmente necesarios para interpretar dicho registro. Estos agujeros están cubiertos por almohadillas, que presionan los agujeros para producir un sello hermético.
  • Boquilla: El saxofón usa una boquilla con una sola caña similar a la del clarinete, aunque es mayor la del saxofón y posee una cámara interior hueca redonda o cuadrada y es más amplia que la del clarinete. Las boquillas están fabricadas en una amplia variedad de materiales, las hay tanto metálicas como no metálicas.
  • Cañas: Al igual que los clarinetes, los saxofones usan una única caña o lengüeta que son generalmente más anchas y más cortas que las del clarinete. Habitualmente, las lengüetas están fabricadas con caña común, pero desde el siglo XX también se han fabricado cañas de fibra de vidrio. Estas cañas son más duraderas, pero generalmente se considera que tienen una menor calidad sonora. El tamaño de la caña también depende del tipo de saxofón (soprano, alto, tenor, barítono, bajo, contrabajo, etc.) al que está destinada.

“Nuestro hijo pequeño, Eder, ha empezado ahora a tocar la guitarra eléctrica”

Aitor Vega - Chapista

Un saxofón

Un saxofón Pixabay

Primeros pasos

Antes de empezar a tocar el saxo móntalo. Puede que al comprarlo te lo den desnivelado y necesites ayuda previa para poder ponerte a tocar este instrumento. Si no sabes cuáles son los primeros pasos, te los contamos, pero recuerda, si tienes dudas, es importante acudir a un experto capaz de enseñarte los conceptos teóricos y prácticos bajo una metodología profesional y que cuente con todos los recursos necesarios para que tu aprendizaje sea más efectivo.

Además, tener paciencia y disfrutar del proceso también será clave para llegar a tocar el saxofón correctamente. El saxofón es un instrumento musical muy sofisticado que te exigirá muchas horas de práctica y varios meses para empezar a sacarle los primeros sonidos apropiados, pero no desista, solo necesitarás práctica:


 


  1. En primer lugar, deberás identificar todas las partes del saxofón. Será tarea fácil ya que reconocerás fácilmente el cuerpo, la boquilla, el cuello o tudel, la caña y la abrazadera por las dimensiones y sus formas. 
  2. En segundo lugar, colocaremos la abrazadera de metal alrededor de la boquilla y seguidamente introduciremos la caña en la boquilla (la parte por donde el músico deberá soplar el instrumento) y ajustaremos la abrazadera. Finalmente, colocaremos el protector con cuidado para proteger las piezas cuando no vayamos a tocar el saxo. En caso de que vayamos a practicar deberemos colocar la caña en la boca para humedecerla.
  3. En tercer lugar, uniremos el cuerpo del saxofón a la correa del cuello. En la parte posterior del saxo hay un gancho por donde debe pasar la correa.
  4. Por último, uniremos la embocadura al tudel dejando la caña por debajo y luego conectamos el cuello con el cuerpo del saxofón (el cuerpo es la parte más grande del instrumento donde se ubican las diferentes teclas). La boquilla y el cuello deben estar mirando hacia arriba para unirlos, y puede ser necesario utilizar alguna grasa de corcho para conectar con éxito ambas partes.