e tierra o mar. Las tortugas son, junto a la ballena de Groenlandia o la almeja de Australia, uno de los animales más longevos que existen. Muchas de las mascotas que conviven en nuestros hogares tienden a vivir como máximo 20 años, pero lo cierto es que este reptil, caracterizado por su sólido caparazón verde con el que protege sus órganos del que sobresalen la cabeza, las patas y la cola, puede llegar a vivir nada más y nada menos que cerca de un siglo. Incluso se cuenta que hubo una llamada Harriet que vivió en las islas Galápagos (Ecuador) y falleció con 175 años.

Desde hace un tiempo, este animal calificado como exótico, se ha convertido en un miembro más de las familias. A diferencia de otras mascotas, las tortugas se han convertido en la compañía ideal de los más pequeños de la casa por no requerir de una atención tan demandada o personalizada como otros animales. No obstante, requiere de una atención y una responsabilidad que muchos desconocen. De ahí que, si sus cuidados son los correctos y se conocen todas las curiosidades de este reptil, también denominados quelonios, pueden llegar a convivir en nuestro entorno de manera feliz más años que un ser humano.

A pesar de no tener dientes, cuentan con un pico muy fuerte que les permite comer, entre otras cosas; insectos, caracoles, lombrices y plantas. Aunque por su caparazón pueda padecer un animal de compañía divertido, como ven, su comida puede resultar poco atractiva para un niño. Igualmente, como curiosidad, y una cuestión que muchos desconocen es que, como sucede con otros animales de su especie (camaleones, serpiente, iguanas, etc.), son ectotérmicos.

¿Pero qué significa eso? Pues muy sencillo. Las tortugas necesitan vivir en una temperatura ambiental idónea para que su metabolismo no deje de funcionar y puedan moverse. Uno de los motivos por los que las tortugas comienzan a andar más lentas es porque la temperatura es demasiado baja, entonces dejan de alimentarse y su metabolismo empieza a aprovisionar energía. Es en ese momento cuando sabemos que las tortugas comienzan a pre-hibernar. Para evitarlo es pero tampoco por encima de los 35ºC.

Actualmente existen 313 clases y 200 subespecies de tortugas en el mundo. Estos reptiles llevan en nuestro planeta más de 200 millones de años y podemos encontrar una gran variedad de tipos tanto de agua, los que habitan tanto en lagos, estanques, mar, etc., como de tierra, así como de distintos tamaños y colores. Cierto es que muchos de los ejemplares hoy en día se encuentran en peligro de extinción, y pueden desaparecer en cualquier momento. Por ello, es muy importante antes de tener una tortuga como mascotas que se conozca su origen, ya que no todos los tipos pueden vivir dentro de un hogar. Por ejemplo, las de ascendencia tropical necesitan un clima específico y una alimentación especial, y son difíciles de cuidar en casa. Sin embargo, la tortuga pintada o las conocidas como orejas rojas, una especie de agua, o la egipcia, son la mejor opción para tener como mascota, ya que son terrestres.

Las tortugas nacen siendo carnívoras y conforme alcanzan la edad adulta pasan a ser omnívoras. Es curioso que estos reptiles cuando viven en un lugar salvaje se alimenten de caracoles y todo tipo de insectos, gusanos, crustáceos... Por otro lado, las acuáticas comen peces, pequeños roedores y otros reptiles. Y como curiosidad, estos animales buscan los huevos de otras especies para comérselos. No obstante, cuando van haciéndose mayores, comienzan a alimentarse de vegetales lo que significa que su interés por la carne se va reduciendo.

Teniéndolas como mascotas, podemos darles alimentos frescos o descongelados y pueden comer, por ejemplo; langostinos, carne de ternera e incluso de pollo. Un falso mito es que se piense que tan solo pueden ingerir lechuga, pero lo cierto es que necesitan todo tipo de nutrientes para alargar su vida. Además, ya que se trata de un reptil, agradecerá "cazar" grillos e incluso moscas.

A la hora de decidirse por este tipo de animal hay que tener en cuenta qué tipo de tortuga vas a tener como mascota, ya sea una acuática o terrestre, ya que en este caso necesitará bien un acuario o un terrario. Muchas personas confeccionan una caja de zapatos como el hogar de este animal, pero hay que tener en cuenta que cuanto mejor sea su "hogar" mejor podrá desarrollarse puesto que esto significará que las condiciones ambientales son las idóneas. En el caso de tener un acuario hay que tener en cuenta que se recomienda que dos tercios del espacio sea agua con el fin de que la tortuga pueda nadar, y un tercio tendrá que ser roca para que esta pueda caminar. Es decir, necesita suficiente espacio para moverse y desarrollarse puesto que para ella es tan importante nadar como caminar. Además, el recipiente tendrá que tener una lámpara con luz ultravioleta. Para los humanos podrá parecer un hecho insignificante, pero lo cierto es que les proporciona vitamina D3. ¿Te animas a tener una tortuga?

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