a familia que hoy nos recibe en Vitoria-Gasteiz tiene un pasaporte muy extenso. Tanto, que si tuviéramos que explicar su historia de acuerdo a los países en los que han vivido, este suplemento pasaría a escribirse al menos en cinco idiomas diferentes. Arantzazu Susunaga, Tycho Vandenbergh y Anina Vandenbergh nos reciben en su piso de alquiler con la hospitalidad y la elegancia de los más altos bailarines profesionales. Nos cuentan cómo consiguieron hacer de sus grandes pasiones sus profesiones y cómo vinieron desde Alemania para hacer de la danza y la gastronomía su modo de vida en la capital alavesa.

Un rayo de luz se asoma por la ventana del acogedor salón. El cristal de una pequeña pecera en el que vive una tortuga, una de las dos mascotas de la familia, refleja el rostro de esta familia que disfruta de largas charlas y sobremesas en torno a una mesa. Mientras, su gata permanece escondida, asustada por la intromisión de dos personas extrañas para ella, dos entrevistadores que no le resultan familiares y que han llegado a perturbar su paz.

Nos habíais dicho que teníais dos animales, pero sólo vemos a vuestra tortuga. ¿Y la gata?

-Arantzazu Susunaga: Justo ahora no aparece, con lo bonita que es... Sasha se llama. Es multicolor.

-Anina Vandenbergh: Es que es adoptada, la acogimos cuando tenía seis semanas, y es un poco tímida. Creo que se ha metido debajo de la cama de mi habitación (risas).

-Tycho Vandenbergh: Sí, de momento sólo váis a poder conocer a Tortugui. Lamentablemente no se lleva bien con Sasha. Cada vez que sacamos a Tortugui se pelean y hay que tener cuidado de que la tortuga no le muerda.

(Te contamos los secretos de las tortugas para vivir un siglo, en la página 16)

Mejor guardad a la tortuga entonces, no vaya a ser que haya pelea... (sonreímos). Nos hemos fijado que tenéis un buen balcón. ¿Os gustan las plantas?

-Arantzazu: Sí. Estamos encantados.

-Tycho: Es un lujo salir al balcón. Y además a mí me encanta la 'balconería', porque así puedo plantar hierbas aromáticas para poder utilizar en la cocina.

¿Cuáles serían las plantas aromáticas básicas que debemos tener en nuestro balcón?

-Tycho: Las especias básicas serían el tomillo, el perejil, el romero, la menta y el orégano. Albahaca quizás no, porque es una hierba más complicada y muy delicada.

-Arantzazu: Tomates y guindillas hemos plantado también alguna vez, pero luego nuestro balcón parece una jungla. Somos de sentarnos aquí afuera y disfrutar charlando y comiendo un poco de queso. También solemos jugar los domingos a diversos juegos.

¿A qué juegos soléis jugar juntos?

-Arantzazu: Cuidamos mucho la relación que tenemos con Anina, así que somos muy de hablar, de pasar tiempo todas las noches alrededor de una mesa con un juego, charlando o leyendo. Jugamos mucho al Rummy, al Jungle Speed, al Jenga, al Cluedo, al Virus, a los naipes, etc. Al Rummy Anina nos suele pegar unas palizas... (risas)

¿Os gusta hacer planes en familia entonces?

-Arantzazu: Nuestros planes son siempre el domingo, ya que es el único día de la semana que tenemos libre, porque el sábado trabajamos en nuestra tienda hasta las tres y media y luego vamos a comer a casa de mis aitas. Entonces, el domingo nos levantamos tranquilamente, desayunamos rico, con tiempo... A veces echamos una partidita de cartas y luego a Anina le toca estudiar porque está en esa época y nosotros, Tycho y yo, aprovechamos. Él se va a la cocina y yo hago la casa. Ese es nuestro plan.

Así que en casa cocina Tycho.

-Tycho: Sí, cocino mucho. Me gusta mucho y además ttengo algo más de tiempo por el horario que tengo en la tienda.

-Anina: Y cocinas mejor que yo también, es la realidad (risas).

Cada uno tiene sus habilidades. Esto es así.

-Tycho: El otro día, por primera vez, hice un plato típico belga que lo hago muy pocas veces, pero que a Arantzazu le encanta. Es un guiso de carne con cerveza negra y una rebanada de pan para espesar y mostaza. Anina lo probó y le encantó. Se conoce como stoofvlees.

-Anina: ¡Sí! Está riquísimo. Lleva patatas fritas y mayonesa. Entonces coges la carne, las patatas fritas y la mayonesa y te lo comes todo mezclado y es una pasada.

-Tycho: Hoy me ha pedido que lo haga, pero no me va a dar tiempo a hacerlo porque lleva dos o tres horas de preparación...

¿Tienen que ser belgas las patatas?

-Arantzazu: No, qué va, las patatas no tienen por qué ser belgas.

Os lo preguntamos porque estamos en tierra de patatas y puede que alguien se anime a hacer esta receta.

-Arantzazu: Sí, sí, pues que la hagan, sin problema. Somos patateros tanto en Bélgica como en Vitoria, pero la forma de hacer las patatas en Bélgica es distinta.

-Tycho: Sí. Las patatas fritas son un plato nacional en Bélgica y están fritas dos veces.

-Anina: Siempre que vamos de visita comemos patatas fritas. ¡Qué ricas!

-Tycho: Es una tradición. Como el pintxo aquí, allí comemos patatas fritas.

¿Y por qué se fríen dos veces?

-Tycho: La primera vez es a una temperatura concreta. No se doran totalmente a la primera porque están casi cocidas en el aceite. Después de enfriar, las fríen a 180 grados para hacerlas crujientes y así tienes unas patatas fritas muy ricas.

¿Y como segunda receta?

-Tycho: Un plato que le encanta a Arantzazu, que lo pide cada vez que viene con hambre, es la pasta carbonara. Aquí en Vitoria además he dado cursos de cocina sobre este plato. La pasta carbonara de verdad no se hace con nata, sino con yema de huevo y con papada de cerdo (guanciale), como la que tenemos en la tienda, que no se encuentra en otro sitio y queso Pecorino Romano. Es una receta que gusta mucho y en nuestra tienda tenemos todos los productos para hacerla bien.

(Si quieres elaborar un stoofvlee y auténtica pasta carbonara sigue las recetas de la página 15)

¿Qué cosas vendéis en vuestra tienda, 'Market by corre34'?

-Tycho: En nuestra tienda vendemos todo tipo de productos delicatessen, tanto locales como nacionales e internacionales. La abrimos hace doce años en la calle Correría, en el número 34, y cuando nos trasladamos a la Plaza de Abastos conservamos esa dirección original como nombre.

-Arantzazu: Nuestra especialidad como tal son los quesos, nacionales e internacionales, y lógicamente tenemos una muy buena selección de vinos...

-Tycho: Y de pastas, salsas, chocolates, embutidos, mermeladas...

(Su alimentación está basada en productos delicatessen. ¿Cuáles són los beneficios de estos productos? Salta a las páginas 14 y 15 para descubrirlos)

Una variada propuesta para llenar la despensa con buenos productos.

-Tycho: Eso es.

¿Y se pueden encontrar productos de tu país natal, Tycho?

-Tycho: ¡Claro que sí! El chocolate y las cervezas tienen que ser belgas, lógicamente (risas). Ahora en serio... no me especializo en productos belgas. Honestamente, me da igual de donde vengan.

-Arantzazu: Tenemos productos de aquí, pero no nos centramos sólo en tener producto local.

(¿Quieres visitar la tienda de la familia Vanderbergh Susunaga? Conoce qué puedes encontrar en 'Market by corre34' en la página 14)

-Tycho: Eso es. Tenemos una buena alubia pinta alavesa o mermelada de La Rioja, de la misma región que el pueblo de Arantzazu.

¿Cómo se llama tu pueblo, Arantzazu?

-Arantzazu: Lapuebla de Labarca. Es el pueblo de mi madre. Está en La Rioja Alavesa, al lado del Ebro.

-Tycho: Se encuentra entre viñedos.

Arantzazu: Sí, es muy bonito. Solemos ir allí en verano. La casa tiene unas vistas preciosas. Vas ahí y desconectas.

¿Os gusta viajar?

-Tycho: Sí, mucho, aunque últimamente hemos viajado poco por el covid, como todo el mundo.

-Arantzazu: Nos gusta descubrir nuevos sitios entre los tres. Y no somos de los que siempre van al mismo sitio en verano y luego vuelven. Intentamos cambiar. El año pasado estuvimos en Cádiz y este verano queremos ir a Grecia.

-Anina: Bueno, yo me voy a ir de intercambio tres semanas a Irlanda, a Donegal.

¿Vas a aprender inglés?

-Anina: Inglés ya sé, pero es más por la experiencia.

-Arantzazu: Anina tiene el aliciente también de salir de su país, igual que hicimos nosotros. Yo me fui a estudiar a Alemania con dieciséis para cumplir diecisiete también.

Fomentáis que salga de casa, ¿creéis que el intercambio le vendrá bien?

-Tycho: Sí, claro. Al final es lo que hemos vivido nosotros. Anina también quiere ver cosas y aprender idiomas, que sirven de mucho. En mi caso con diecinueve años me fui a Alemania a bailar y luego estuvimos en muchos sitios más.

Sois una familia con raíces en muchos sitios distintos.

-Arantzazu: Sí, Tycho en Bélgica, yo en Vitoria y Anina nació en Alemania porque hemos vivido allí quince años.

(Si quieres conocer Bélgica, el país natal de Tycho Vanderbergh, ve a las páginas 20 y 21)

¿Os conocisteis entonces en Alemania?

-Tycho: Sí, ella llegó a Stuttgart y yo entonces estaba en Dresde, pero en el 97 coincidimos, con 20 y 21 años, en Görlitz Ballet. Görlitz es una ciudad pequeña que está al este de Alemania, casi en la frontera con Polonia. Arantzazu había estado en Londres, en el English National Ballet y para mí era mi primer contrato como bailarín y...

-Arantzazu: Nos hicimos amigos.

-Tycho: Sí, porque entonces cada uno tenía su pareja. Fue más tarde, con el tiempo, cuando nos enamoramos y nos convertimos en pareja.

-Arantzazu: Sí. Quedábamos juntos para comer y cocinábamos juntos.

Debió de uniros mucho esa experiencia.

-Arantzazu: Sí. Seis años después, en 2003, nos casamos. Cambiamos de compañía y nació Anina.

-Tycho: Después yo dejé de bailar por una lesión de espalda, pero Arantzazu continuó un poquito más.

-Arantzazu: Sí. Yo seguí durante dos años más.

¿Y por qué volvisteis a Vitoria?

-Arantzazu: Arantzazu: Pues él no podía más por el dolor de la espalda. Yo también tenía muchos dolores en los pies y ya decidimos que la vida del bailarín si estás con dolor no funciona y la situación en la compañía había cambiado. No me apetecía estar más y decidimos irnos. Dudábamos entre Bélgica, España...

-Tycho: O quedarnos en Alemania, pero en ese momento no teníamos muchas ganas. Podíamos haber seguido en la enseñanza de teatro y de danza.

-Arantzazu: Sí. Allí está todo muy bien estructurado a nivel formativo, pero decidimos venirnos. Ahora trabajo como profesora de danza contemporánea y de danza clásica en el Conservatorio de Danza José Uruñuela.

-Tycho: Es una pena que en un país como éste, con más de cuarenta millones de habitantes, sólo haya una compañía nacional que sea profesional, con todas las que hay en Alemania o en Bélgica, que hay en todas las ciudades. Aquí hay más cosas de iniciativa privada sí, pero pocas compañías subvencionadas. No hay demasiada inversión pública en la cultura en general.

-Arantzazu: A veces hemos pensado, "¿qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado?", pero vinimos aquí con muchas ganas y creo que mereció la pena.

-Tycho: Su madre estaba súper feliz, eso sí, la mía un poco más triste (risas).

Y a ti, Anina, ¿te importaría trasladaros a otro sitio a vivir?

-Anina: A ver, me daría pena por mis amigos, pero siempre puedes venir de visita, entonces...

-Tycho: Es la primera que quiere irse fuera a estudiar. La universidad seguro que la hace fuera.

¡De tal palo, tal astilla!

-Arantzazu: Quiere aprender mucho. Yo como profesora en el conservatorio, la verdad es que a los jóvenes de su edad les digo que si quieren estudiar y seguir con la danza, que no es obligatorio, pero sí que es verdad que cambia mucho la personalidad. Creces en un mes lo que no has hecho aquí en años. Porque claro, tienes que resolver muchas situaciones que igual estando en casa no las vives.

-Tycho: Aprendes idiomas, tradiciones... todo.

Hoy la pregunta obligada es, ¿has aprendido euskera, Tycho?

-Tycho: (Risas). A ver... Es la quinta lengua más difícil del mundo.

-Aina: (Risas) Lo entiende.

-Tycho: Sé un poquito. Puedo decir dos o tres cosas, pero no me cuesta entenderlo. Si se hablase aquí en euskera continuamente, estoy seguro de que lo hubiera aprendido ya. El alemán y el castellano lo aprendí de esta forma, pero aquí donde vivimos no se oye mucho y al final no tengo esa necesidad.

¿Qué idiomas habláis en casa?

-Arantzazu: Castellano e inglés.

-Tycho: Y si no quieren que papá lo entienda, pues hablan en euskera.... (risas).

-Anina: Antes, para decirse cosas entre ellos, hablaban en inglés, pero ahora ya lo entiendo y no pueden hacerlo (risas)

Entonces ya no les funciona. ¿Cuántos idiomas habláis?

-Tycho: Yo hablo flamenco, inglés, alemán, francés y castellano.

-Arantzazu: Yo alemán, inglés, euskera y castellano.

-Anina: Yo sé inglés, euskera, español y ahora estoy estudiando francés en el colegio. Y holandés, si lo escucho, lo entiendo.

¿Dónde estudiasteis vosotros danza?

-Arantzazu: Yo empecé aquí en el Conservatorio de Danza de Vitoria y luego, en el último año, me fui a Stuttgart, a la John Franco Schúle. Estuve allí dos años y luego empecé a trabajar en el English National Ballet.

-Tycho: Yo estudié en Amberes, en la Escuela Real de Danza.

-Arantzazu: Le gustaba mucho el fútbol. Fue un buen portero hasta los 15.

-Tycho: Sí, empecé danza después de eso. Empecé muy tarde a bailar.

¿Os gustaría que Anina se dedicase a la danza?

-Arantzazu: Tiene más talento que nosotros dos juntos, de físico tiene lo que se conoce como la danza los pies: los tiene estirados de forma natural. Y ha pasado dos años aquí en el conservatorio, pero se cansaba, y le hemos dicho que entonces no le dedique tanto tiempo a esto si de verdad es algo que no le gusta. Es que la danza te tiene que apasionar.

-Tycho: Si no estás al cien por cien no dediques 15 o 20 horas a la semana en ello.

¿Y os da pena?

-Tycho: No, ninguna. Si se dedica a esto, fantástico, pero si no, se ahorra los dolores.

-Arantzazu: Es algo muy personal y tienes que poner mucho de tu parte. Son muchas horas como para que te obliguen a hacerlo.

(Arantzazu Susunaga y Tycho Vanderbergh se conocieron trabajando como bailarines. Contágiate de su pasión por la danza clásica en la página 10)

¿Tenéis algún referente dentro del ámbito inspirado o alguna figura que os haya inspirado?

-Arantzazu: Cuando era pequeña veía los vídeos de la bailarina francesa Sylvie Guillem todos los días a ver si se me ponía la pierna igual que a ella (risas).

-Tycho: Sí. Hoy en día puedes ver todo lo que quieras en YouTube, pero antes teníamos que ir a la biblioteca, alquilar un VHS o buscar un libro. No hace tanto de eso, pero ha pasado rápido...

(Descubre los bailarines que les han servido como referentes en la página 9)

¡Había que buscarse la vida!

-Tycho: La tecnología, que a veces la gente se fija sólo en las desventajas obvias que trae para los niños, también tiene sus ventajas. Hoy en día toda la información está en la red y el acceso es libre. Para mí dos artistas que me han marcado son Nuréyev y Baryshnikov.

-Arantzazu: También quiero nombrar a gente de aquí como Lucía Lacarra en Guipúzcoa, Alicia Madrid, Iker Murillo, Iratxe Ansa, Jorge Nozal...

¿Y qué música os gusta escuchar en casa?

-Tycho: Arantzazu, por trabajo, escucha muchísima música. Busca mucha música porque también es coreógrafa.

-Arantzazu: Sí. Podría recomendaros a Pascal Gaigne, que vive en San Sebastián. Es un compositor de música de cine.

(Anímate a escuchar a Pascal Gaigne,. Más información en la página 12)

-Tycho: Y yo escucho todo tipo de música para cocinar.

¿Y tú, Anina, qué escuchas?

-Anina: Un poco de todo, pero me gusta mucho Ariana Grande.

¿Has ido a alguno de sus conciertos?

-Anina: Ya me gustaría. Me hubiera gustado haber ido al último que se hizo gratis, de Don Patricio y Zetak, pero justo estaba mal por la vacuna.

-Tycho: Menos mal que no fuiste, porque en las fotos todo el mundo estaba muy junto y sin mascarilla...

-Arantzazu: Fue hace ocho meses y el tema de las distancias era mucho más acusado, estábamos en plena ola pandémica.

-Tycho: Nos gusta mucho también 'Imagine Dragons', pero tampoco están las cosas para ir al concierto de Santiago.

¿Os gusta leer? ¿Qué es lo último que habéis leído?

-Arantzazu: Yo el último libro que he leído es 'La Ladrona de Libros'.

-Tycho: Yo estoy leyendo 'Quijote', de Salman Rushdie. Es una interpretación moderna, un poco surreal, muy interesante. Ahora me han regalado el nuevo de Ken Follet, 'Nunca'.

-Anina: Hubo una temporada en la que leía mucho manga, como 'Death Note' y y 'Naruto', pero es que ahora tengo que leer también La Celestina...

(Si quieres adentrarte en sus recomendaciones literarias ve a la página 18)

¿Y series y películas?

-Tycho: La tele la basamos cien por cien en lo que quiere ver Anina.

-Anina: A mí lo que más me gusta es ver series de médicos. Vemos mucho 'Anatomía de Grey' y 'The Good Doctor'.

(Conoce las claves de estas series en la página 19).

¿Te gustaría tirar por ahí?

-Anina: Sí. Me gustaría ser cirujana.

¿Qué difícil es ser cirujano, ¿no? Hay que tener muy buenas notas...

-Arantzazu: Ahora dice que le gustaría hacer eso...

-Tycho: Encontrará su propio camino con el tiempo.

"Cuando le dije a mi madre en Bélgica que me venía a Vitoria se entristeció, pero mi suegra se alegró mucho, claro "

Nació en Hasselt, en Bélgica, entre la frontera de Alemania y Holanda. Aunque el euskera todavía se le resiste, este belga de 45 años tiene la increíble capacidad de hablar flamenco, inglés, alemán, francés y castellano. Después de lesionarse la espalda, dejó su carrera como bailarín y estudió Nutrición antes de montar la tienda de alimentos delicatessen 'Markets by corre34', en la plaza de Abastos de Vitoria.

"Tenemos una tortuga que cuando la sacamos del terrario muerde a nuestra gata Sasha,

que es muy tímida

y asustadiza"

Anina Vanderbergh Susunaga ha heredado de sus padres su pasión por los viajes y la afición por el deporte. Nació en Gera hace quince años, pero con poco más de un año se instaló en Vitoria con sus padres. La danza no le llama, pero sí el atletismo y el kick boxing .Le encanta dibujar y es fan de Ariana Grande,, Harry Potter, las series de médicos y el manga y el anime. y quiere ir a Irlanda de intercambio.

"Nos gusta descubrir sitios nuevos entre los tres. No somos de repetir. Este verano iremos a Grecia"

"Jugamos mucho en familia al Jungle Speed, al Jenga, al Cluedo, al Virus, a los naipes o al Rummy, donde Anina nos gana siempre"

44 años, de Vitoria-Gasteiz. Estudió Danza en el Conservatorio José Uruñuela, donde trabaja como profesora. Con 16 años se fue a la ciudad alemana de Stuttgart a cumplir su sueño de entrar en una compañía de danza y, con mucho esfuerzo, lo logró. Entre coreografías, ejercicios y tardes de ensayos,conoció a Tycho Vandenbergh, con el que comenzó a compartir más que pasos de baile.

"Arantzazu y yo nos conocimos en Alemania trabajando en la misma compañía"

"Hablo en euskera con mi ama cuando quiero que mi aita no se entere de lo que hablamos"