o vamos a descubrir nada nuevo si decimos que lo mejor para tener una correcta higiene bucal lo que hay que hacer es limpiarse los dientes. El problema está cuando nos quedamos ahí y no profundizamos más, ya que lavarse los dientes no es suficiente para tener una buena salud en nuestra boca. Hay que hacerlo bien y el tiempo necesario para ello, en cada diente, en las encías, en la lengua, detrás de los dientes, pasar hilo dental... En definitiva, es muy llamativo como algo que es vital para nosotros, para nuestra salud, la descuidamos tanto. Además, cuando sabemos que en caso de que no lo hagamos de manera correcta podremos tener en la boca una infección de las encías, caries o la famosa halitosis, entre otros problemas bucales más graves.

A continuación daremos cinco consejos para tener una higiene bucal correcta y como no, empezaremos hablando de cómo tenemos que cepillarnos los dientes.

Límpiate bien los dientes. Los expertos recomiendan que nos lavemos los dientes como mínimo dos veces al día. En cuanto a la duración de cada uno de los cepillados recomiendan que no sean inferiores a los dos minutos ninguno de ellos. Eso sí, uno de los dos cepillados tiene que ser antes de dormir o dicho de otra manera, después de cenar siempre nos tenemos que limpiar los dientes. El otro cepillado puede ser perfectamente después de comer, aunque la mayoría de personas el que seguramente hagamos seguro es el de por la mañana, ya que puede que no comamos en casa nunca. En cuanto al tiempo hay que remarcar que superar en exceso la marca de los dos minutos puede crear el efecto contrario que queremos en nuestra boca porque podemos dañar el esmalte o las encías. Además, después de cepillarnos tendremos que utilizar colutorio para eliminar el flúor que tiene la pasta dental.

Usa correctamente el cepillo. Del correcto lavado de los dientes dependerá si eliminamos las bacterias de nuestra boca. Para ello, tal y como indican los expertos hay que colocar el cepillo en un ángulo de 45º y luego tenemos que mover el cepillo adelante y atrás muy suave sin dejar de cubrir los dientes por completo. Hay que hacer el mismo procesos con la parte exterior e interior del diente, así como las de masticar.

Escoge una buena pasta dental. Es vital saber qué es lo que queremos conseguir con nuestro cepillado en cada momento o que cosas son las que nos gustan o no. Por ello, elegiremos una pasta para dientes sensible, para blanquearlos o para combatir las caries. En cuanto a los sabores lo mismo, elegiremos el que más nos guste. Eso sí, entre otras cosas es recomendable que la pasta tenga flúor y calcio para fortalecer la estructura y el esmalte de nuestra boca.

Cambia trimestralmente tu cepillo. Es obligatorio que cambiemos nuestro cepillo cada tres meses. Hay que ser conscientes de que el uso del cepillo de manera diario hace que se desgaste, así que en caso de que no sepamos cuándo fue la última vez que lo cambiamos recomendamos reciclarlo y comprar uno nuevo al mismo tiempo de que marcamos en el calendario el siguiente cambio de cepillo. La razón del cambio es porque un cepillo que está gastado no puede eliminar la placa bacteriana con la misma eficacia que uno que esté en óptimas condiciones.

Acude al dentista como mínimo una vez al año. Entendemos que muchas personas tienen pánico a ir al dentista pero es muy necesario, casi obligatorio, ir como mínimo una vez al año a donde estos profesionales. Entre otras cosas es imprescindible realizar una revisión anual para prevenir en la detección de enfermedades. Aun así, los expertos señalan que lo ideal sería ir dos veces al año pero como decimos una está bien.

“Soy odontólogo por la Universidad de Oviedo y cursé una beca de excelencia en la Universidad

del País Vasco”

“Me gustaría tener mi propia clínica, pero es difícil competir con las franquicias dentales”