onocido especialmente por la espectacular subida automovilística que cada año organizan la Escudería Lagun Artea y la Escudería Urraki, el sinuoso puerto de montaña que enlaza las localidades de Azpeitia y Bidania-Goiatz (cuenta con 58 curvas en un recorrido de 8,5 kilómetros) presenta pendientes importantes en varios de sus tramos lo que, unido a que no soporta un excesivo tránsito de vehículos, le convierte en un escenario ideal para las personas aficionadas al cicloturismo (con cierto nivel) de todo el territorio.

Por las citadas características, el muro de Urraki no es, precisamente, fácil de superar. Y eso mismo también parece haberle sucedido al maldito coronavirus, que desde su aparición hace ya prácticamente dos meses está causando un impacto muy diferente en Tolosaldea y Urola Erdia; las dos comarcas guipuzcoanas situadas a ambos lados del puerto.

225 positivos en Tolosaldea

Y 37 en Urola Erdia

Lógicamente, Urraki no tiene nada que ver con la propagación del COVID-19, pero llama la atención el hecho de que, hasta la jornada de ayer, en las seis localidades de Urola Erdia (suman unos 32.000 habitantes) apenas se habían contabilizado 37 casos positivos de coronavirus (14 en Azpeitia, 17 en Azkoitia, cuatro en Zestoa, dos en Aizarnazabal y ninguno en Errezil y Beizama); mientras que entre los 28 municipios de Tolosaldea (suman algo más de 47.000 habitantes) la cifra de casos confirmados ascendía hasta los 225.

De todos ellos, la mitad (112) se registran en Tolosa y el resto de positivos se reparten de la siguiente manera: 28 en Amasa-Villabona, 23 en Ibarra, 17 en Irura, trece en Anoeta, seis en Zizurkil, cuatro en Asteasu, tres en Alegia, Altzo y Bidania-Goiatz, dos en Alkiza, Aduna, Amezketa y Belaun-tza, uno en Albiztur, Berastegi, Baliarrain, Hernialde, Leaburu-Txarama y Lizartza; y ninguno en Abaltzisketa, Berrobi, Elduain, Gaztelu, Ikaztegieta, Larraul, Orendain y Orexa.

Así las cosas, con 15.000 habitantes más que Urola Erdia, Tolosaldea registra hasta la fecha 188 positivos más que la comarca vecina.

Por el momento es imposible determinar las razones que han llevado a esa realidad. Se puede achacar a diferentes factores: a la cercanía de Tolosa con la concurrida carretera N-I, a la proximidad de ese municipio con localidades de mayor tamaño o a la temprana y virulenta entrada que tuvo el coronavirus en una residencia tolosarra. Pero nunca al muro de Urraki; testigo de excepción.