zestoa - Tras tres años de espera, las campanas de la parroquia Natividad de María de Zestoa vuelven a estar en su sitio. Y, es que ayer llegaron de sorpresa al municipio, las cuatro campanas que han estado durante todo este tiempo en las manos de los hermanos Portilla (Cantabria).

"Nos ha costado colocarlas más de lo que esperábamos", señaló a NOTICIAS DE GIPUZKOA, Marcos Portilla, uno de los restauradores de las campanas.

En total son cuatro campanas las que sonarán de hoy en adelante en Zestoa: "Dos de ellas pesan alrededor de 900 kilos y las pequeñas, 400 kilos".

Las actuaciones comenzaron ayer, a las 9.00 de la mañana, con la colocación de las más grandes, "ya que el espacio que teníamos para instalarlos era más pequeño y sabíamos que nos iba a costar más".

Aunque ya están todas las piezas colocadas en la cúpula superior, los trabajos se alargarán para unos días más. Según detalló Portilla, "nos falta por alinear bien dos de las campanas, además de poner a cada una el motor y auxiliares, entre otras muchas cosas".

Las grandes campanas, además de tener alrededor de 400 años, son muy peculiares. Se caracterizan por "tener un texto escrito en latín con referencias griegas". "Según unos escritos de la parroquia, hacia el año 1.700 llegaron a Zestoa unas campanas por mar. Podrían ser estas", añadió el cántabro. No se sabe el origen de ellas, pero todo apunta que "podrían provenir desde Holanda".

La recolocación de estos objetos ha generado una gran expectación en el municipio, "estábamos deseando de que llegase el día. Al final, son más de tres años los que llevamos sin escuchar las campanas de nuestra parroquia", dijo un vecino de Zestoa, mientras miraba atentamente todos los movimientos de la grúa.

Ahora, el 1 de diciembre de 2017, cuando un rayo cayó sobre la cúpula superior de Zestoa causando daños interiores e exteriores, ha quedado en la memoria de muchos zestoarras.

La parroquia pretende inaugurar el espacio en marzo. Después de terminar con todas las maniobras de las campanas, solo faltaría por culminar las obras interiores del edificio, que según adelantó el arquitecto, están a punto de terminar.