- El tema de los hermanos que juegan juntos al fútbol está en boga, a raíz del debut de Nico Williams con el primer equipo del Athletic. En la Real, destacan los López Rekarte y los Bakero. En el caso de estos últimos, otros dos hermanos, Félix y Jon, jugaron en el Sanse. En el Urola de Zumarraga y Urretxu hay un caso similar: Oskar y Asier Martín coincidieron en el primer equipo e Iban no pasó del segundo. Asier ha jugado ya 300 partidos con el primer equipo y la semana pasada la directiva le hizo entrega de un recuerdo.

Oskar nació en 1984, Asier en 1989 e Iban en el 2000. Oskar e Iban dejaron el fútbol el año pasado. El primero, tras triunfar en el Urola, jugó en varios equipos de Segunda B y Tercera. El hermano más joven estaba en el segundo equipo del Urola cuando decidió dejar el fútbol, al no poder compaginarlo con el trabajo y los estudios.

Para cuando nació, sus dos hermanos ya estaban en el Urola. "Siempre les veía con el balón y yo también empecé a jugar", recuerda. "Ha visto más partidos que nadie, pues nuestros padres le llevaban a todos nuestros partidos", añade Oskar.

El hermano mayor ha sido el espejo en el que se han mirado los otros dos. "Cuando era niño iba a ver sus partidos y después fue mi entrenador", recuerda Asier.

Unos años después, coincidieron en el primer equipo del Urola. Fue un día muy especial. "En mi última temporada en el Urola, Asier estaba en el segundo equipo. Le convocaron para el partido que íbamos a jugar en Segura. Aquel partido se jugó el día de mi cumpleaños: el 25 de febrero. Debutó, coincidimos en el campo y los dos metimos un gol. Además, el pase de gol se lo di yo y acabamos ganando", recuerda Oskar.

El sueño del hermano mayor era jugar con sus dos hermanos en el Urola, pero no se ha podido cumplir. "Era muy difícil de conseguir, pues nos llevamos muchos años. Yo no he vuelto al Urola e Iban lo ha dejado, pero fui el primer entrenador que tuvo en el Urola".

Oskar e Iban están muy orgullosos del hermano que sigue en activo. "Jugar 300 partidos en el primer equipo es algo muy grande. No está al alcance de cualquiera. El Urola es nuestro club. Podemos decir que nos han criado nuestros padres y el Urola. Los entrenadores nos han enseñado muchas cosas, la gente del club se ha portado siempre muy bien con nosotros y hemos hecho muchos amigos".