l zumarragarra Enrique Zaldua ha tenido una vida intensa. Vivió en Estados Unidos y trabajó como actor y periodista. En la actualidad es profesor de técnica Alexander y trabaja como traductor para la ONU. Acaba de publicar un libro de relatos y hemos aprovechado la ocasión para hablar también sobre la pandemia y Trump.

Zaldua tiene mucho material recopilado, en prosa, ensayo y poesía, pero este es su primer trabajo. “Son tres relatos, ilustrados por Olatz Goiburu. Los tres están basados en mi propia experiencia. Uno de ellos está escrito en Nueva York, antes de que desaparecieran las Torres Gemelas. Otro lo escribí en Los Ángeles, cuando trabajaba de actor. El tercero lo escribí en Zumarraga. Este último es mucho más intimista. Hablo del amor, la ilusión, la desilusión… desde los ojos de una niña. Otro refleja el viaje interior de un actor, a la vez que viaja por la cara B de Los Ángeles. El tercero es una fantasía romántica, que arranca en la burbuja financiera del siglo XVII en Holanda y finaliza en Nueva York”.

Está escribiendo ya su segundo libro. “Es una novela histórica, ubicada en Euskadi, la Península e Irlanda. También me gustaría escribir un libro sobre la técnica Alexander, su relación con el covid y la experiencia que nos ofrece la pandemia. Me parece que la respuesta que le hemos dado al covid es un reflejo fantástico de nuestra sociedad. Creo que somos una sociedad privilegiada, frágil y débil”.

Se muestra crítico. “Se nos ha olvidado agradecer y valorar lo que tenemos. Todo es exigir. Todo son derechos. No establecemos una conexión entre lo que tenemos y lo que cuesta. Son aspectos de una sociedad malcriada. No admitimos la incomodidad, que algo no vaya como queremos, siempre estamos buscando responsables y nunca lo somos nosotros mismos. También somos eurocéntricos y se nos olvida que en otros países siempre están en crisis”.

Sigue de cerca lo que sucede en Estados Unidos. “Veía venir algo parecido a lo del Capitolio. Lo de Estados Unidos está relacionado con la ceguera en la que vivimos aquí, pero con esteroides. Trump ha sido la culminación de este proceso en el que la distorsión de la realidad es general. Él no lidera nada. Existía un malestar y él, que es listo y no tiene escrúpulos, lo ha aprovechado para ser presidente”.

Vel el futuro bastante negro. “Veo posibilidades de una guerra civil o un golpe de estado. La cúpula militar ha enviado un mensaje a las tropas recordándoles que su deber es estar con la constitución. El hecho de que alguien tenga que decir eso… Lo bueno es que la base del pueblo cree en su país y en su constitución. Tienen muy integrados sus valores. Es lo que me hace pensar que un golpe de estado no tendría éxito. La mejor solución es que el impeachment salga adelante. Que el sistema político le expulse y que a sus acólitos les pidan cuentas por incitar a la violencia. Es el único cortafuegos posible. Si se va de la Casa Blanca sin más, esto no va a tener fin hasta que ocurra algo realmente grave”.