os de Portugalete y Getxo pueden presumir de puente colgante y los de Urretxu de árbol colgante: en un saliente del número 6 de la calle Jauregi ha crecido un árbol que desafía a las alturas. ¿Cómo puede crecer un árbol en un espacio tan reducido? ¿Cómo se tiene en pie si debajo apenas tiene tierra? ¿De qué se alimenta? ¿De qué especie es ese árbol que no tiene vértigo?

Para obtener la respuesta a todas esas preguntas hemos acudido a Ainara Osinalde, de la empresa de jardinería Ikerlora. Osinalde comenta que se trata de un abedul. "Es una especie que tiende a invadir ese tipo de espacios. Se puede encontrar en lugares pobres, en los que hay poca vegetación. En la serie vegetal, es de los primeros en aparecer. Por ejemplo, tras la erupción de un volcán o cuando se vacía un pantano. En este caso, el viento habrá depositado una semilla en ese saliente y ha germinado".

Sus raíces no penetran mucho en la tierra, por lo que no es de extrañar que pueda sobrevivir en el saliente de la calle Jauregi. "Es una especie que tiene la capacidad de sobrevivir en lugares donde hay poca tierra. En el caso del árbol de Urretxu, puede suceder que según se vaya desarrollando padezca falta de sustrato. En ese caso, dejará de crecer".

Este abedul ha elegido para vivir uno de los lugares más discretos de Urretxu: el paso que une las calles Jauregi y Kale Txiki. Y, curiosamente, es vecino de otro de los árboles más singulares del pueblo: un arce palmeado (acer palmatum) que en primavera y otoño llena de color la calle.

Este arce proviene de Asia. Concretamente, de Japón y Corea del Sur. Hay quien dice que también de China. Es un árbol pequeño. La mayoría de los ejemplares no alcanzan los diez metros de altura. Se utilizan como ornamento, pues en primavera y en otoño sus hojas cogen un color rojo muy llamativo y vistoso. En otoño las hojas brillan con especial intensidad.

Es un árbol asiático, pero se adapta bien a cualquier lugar en el que haya un clima templado. En Japón se planta desde hace muchos siglos y salió de Asia en el siglo XIX. Desde entonces, se ha plantado en muchos jardines de Europa y Norteamérica.

También se puede encontrar en el paso que une las calles Jauregi y Kale Txiki. No en vano, tolera bien estar a la sombra. Y en este pasadizo el sol entra únicamente durante unas pocas horas al día. Además, aunque prefiere tener mucha tierra debajo y que esta esté bien drenada y sea de buena calidad, se arregla para sobrevivir en peores condiciones. El ejemplar de Urretxu está pegado a una casa y la tierra de la que se alimenta no es la mejor del mundo.

Las raíces de los abedules no penetran mucho en la tierra y estos árboles pueden sobrevivir en lugares donde hay poca tierra