- Estas últimas semanas han sido muy duras también para las tiendas de deportes. Kristina Alfonso, de Bidegorri Kirolak de Urretxu, ha echado mano de las redes sociales para presentar y tratar de vender la ropa de la nueva temporada. "Las novedades llegaron la semana en la que tuvimos que cerrar la tienda y la gente no tuvo oportunidad de ver el género de la nueva temporada. Mediante las redes sociales, hemos mostrado la ropa y hemos cogido encargos".

Los días que ha estado con la tienda cerrada se le han hecho muy largos. "He estado muy nerviosa, pues no sabíamos hasta cuándo tendríamos que estar en casa. Decían que nos devolverían el dinero de Autónomos, que habría ayudas... He tenido que pagar el alquiler del local, Autónomos y las facturas, pero todavía no sé si me darán la ayuda del Gobierno Vasco. También decían que los ayuntamientos nos iban a ayudar, pero aún no sabemos nada".

Desde que sabe que el lunes que viene podrá abrir la tienda, está más tranquila. "Ayer (el domingo) nos llamaron para decirnos que el día 11 podremos abrir las tiendas. Hoy (ayer) hemos venido a montar la tienda. Antes era un espacio abierto y ahora hemos puesto el mostrador frente a la puerta para cerrar el paso. Trataremos de vender desde el mostrador, para que la gente no toque la ropa. Los clientes podrán entrar tranquilos, sin miedo a que alguien haya tocado las prendas".

Intentarán que la gente compre las prendas sin probárselas. Cuando sea imposible, desinfectarán la ropa. Para ello, ha comprado una máquina que desinfecta mediante vapor. En cuanto a los clientes, todos tendrán que ponerse mascarilla y lavarse las manos. De aquí al lunes que viene, tienen bastante trabajo. "Vamos a quitar las alfombras y desfinfectarlo todo. Somos dos compañeras y, una vez abierta la tienda, una trabajará de mañana y la otra de tarde. Al mediodía y a última hora lo desinfectaremos todo".

Prefiere no pensar demasiado en lo que le deparará el futuro. "Vender en tres meses el género que había encargado para vender en cinco, no va a ser fácil. No se va a vender tanto como el año pasado. Si los niños están metidos en casa, no puedes salir, no vas a ir de vacaciones... no tienes necesidad de comprar ropa".

Además, está la amenaza de las rebajas. "En principio, enseguida llegarán las rebajas. Si vamos a tener que rebajar los precios, imagínate lo que nos espera... Si Inditex y compañía hacen rebajas, nosotras también tendremos que hacerlas. Pero bueno, está por ver. Dicen que el Gobierno Vasco va a prohibir las rebajas".

Espera que el llamamiento a consumir en el pueblo surta efecto. "Me ha escrito mucha gente dándome ánimos y diciéndome que vendrán a comprar a la tienda. Parece que la gente está concienciada, pero... Una cosa es que quieran consumir en el pueblo y otra que puedan, pues muchas familias van a pasarlo mal. Sé que la ropa para niños se acabará vendiendo, pues los niños crecen y necesitan ropa nueva. Pero el resto de la ropa... Me imagino que muchos tirarán con lo del año pasado".