La calle más estrecha de Gipuzkoa está en Urretxu. Es tan humilde que el Ayuntamiento no se ha atrevido a darle el nombre de un hijo ilustre de la villa. Así, mantiene su nombre original. El que los propios vecinos le otorgaron en su día, con ánimo simplemente descriptivo. El nombre que mejor le define: Kale Txiki. Que no se diga que el que se aventura a entrar en esta calle no está avisado de lo que se va a encontrar. Luego que no se queje si el paraguas se le queda atascado entre las dos paredes o tiene que ponerse de lado porque viene alguien de frente. Kale Txiki es tan angosta que no tiene tiendas ni monumentos. Pero esconde un pequeño tesoro: un arce palmeado (acer palmatum) que en primavera y otoño llena de color la calle.

Este arce proviene de Asia. Concretamente, de Japón y Corea del Sur. Hay quien dice que también de China. Es un árbol pequeño. La mayoría de los ejemplares no alcanzan los diez metros de altura. Se utilizan como ornamento, pues en primavera y en otoño sus hojas cogen un color rojo muy llamativo y vistoso. En otoño las hojas brillan con especial intensidad.

Es un árbol asiático, pero se adapta bien a cualquier lugar en el que haya un clima templado. En Japón se planta desde hace muchos siglos y salió de Asia en el siglo XIX. Desde entonces, se ha plantado en muchos jardines de Europa y Norteamérica.

También en Kale Txiki. No en vano, tolera bien estar a la sombra. Y en Kale Txiki el sol entra únicamente durante unas pocas horas al día. Además, aunque prefiere tener mucha tierra debajo y que esta esté bien drenada y sea de buena calidad, se arregla para sobrevivir en peores condiciones. El ejemplar de Kale Txiki está pegado a una casa y la tierra de la que se alimenta no es la mejor del mundo.

Pero estar en Kale Txiki también tiene sus ventajas. Muchos arces palmeados se plantan al lado de árboles más grandes porque toleran bien la sombra. El protagonista de este reportaje podía haber acabado en Central Park, rodeado de gigantes, perdido entre miles de árboles... Sin embargo, acabó en una calle de Urretxu en la que ningún otro árbol le hace sombra. Es el rey de la calle, pues tampoco hay monumentos que le quiten protagonismo. Así, puede lucir en todo su esplendor.

Kale Txiki es la calle ideal para este pequeño árbol y este pequeño árbol es lo que necesitaba la calle. Se complementan. No en vano, Kale Txiki era un lugar triste y oscuro hasta que apareció el arce.

Siempre ha sido la calle más humilde de la parte vieja de Urretxu. A todas las calles y plazas de alrededor les dieron nombres de urretxuarras ilustres y a ella no. Una de las entradas a Kale Txiki es por la plaza Iparragirre. Joxe Mari Iparragirre es el urretxuarra más ilustre y en 2020 el Ayuntamiento va a echar la casa por la ventana para celebrar el 200º aniversario de su nacimiento. Otra entrada a Kale Txiki es por la calle Nekolalde. Los Nekolalde fueron grandes militares, hombres de mar y clérigos. La tercera y última entrada es por la calle Jauregi. Gaspar de Jauregi fue un militar muy famoso. Kale Txiki está entre la calle Jauregi y la calle Iparragirre (antes Calle Mayor).

Poco utilizada Como se puede ver, la pobre Kale Txiki está rodeada de calles y plazas que llevan nombres de vecinos ilustres. Y ella sigue con su nombre original. Además, son muy pocos los vecinos que la utilizan. La mayoría prefieren utilizar la calle Iparragirre, pues es más ancha y está porticada.

Los vecinos que más utilizan Kale Txiki son los usuarios del local de ocio para adolescentes Gazte Bidean, los trabajadores del periódico Goierriko Hitza y los dueños de perros que buscan un lugar tranquilo para pasear a sus animales.

Kale Txiki es tan humilde que en el Ayuntamiento apenas tienen información sobre ella. Los únicos documentos en las que se la menciona son los relacionados con la reforma que tuvo lugar hace unos años. Se renovó el firme y la iluminación pero, la mejor inversión fue el pequeño arce palmeado.