azpeitia- La crisis del 2008 abocó al cierre a la fábrica en la que trabajaba entonces Jose Ignacio Zabaleta. Aquello fue lo que le llevó a decidirse por trabajar en la huerta de su caserío de Azpeitia. Proveedor de EROSKI desde hace más de dos décadas, este horticultor se muestra satisfecho por el “fuerte apoyo” de distribuidoras como EROSKI a los productores locales, aunque no oculta las dudas que le genera el incierto futuro del primer sector. “La solución no es darnoa subvenciones, sino asumir que debemos pagar el producto por encima de los costes de producción, para que el productor pueda vivir dignamente”, advierte.

¿Qué encontramos en este momento en su huerta de Azpeitia?

En esta época plantamos y recolectamos una gran variedad de hortalizas. Ahora estamos recogiendo vaina, acelga, lechuga, lechuga roble, puerro, haba, guisante lágrima y guisante pequeño, y nos encontramos a punto de empezar con el tomate y la cebolleta. Aparte de los productos mencionados, ahora se planta berenjena, guindilla, pimiento italiano, calabacín, calabaza, etc.

Y a lo largo del año, ¿qué verduras cultivan en su caserío?

Cultivamos una gran diversidad de hortalizas: lechuga, durante todo el año; puerro, durante nueve meses; tomate, en temporada (de mayo a noviembre). La vaina la cultivamos en distintos momentos para que esté el mayor tiempo posible a disposición del consumidor. También tenemos calabaza, calabacín, berza, lombarda, etc.

¿Qué tipo de cultivo hacen?

Al aire libre, en hidroponía y en invernadero.

Además de cultivar sus verduras, ¿se dedica también a su venta?

Además del puesto que tenemos en el mercado San Martín de Donostia, vendemos nuestros productos en pequeños comercios y a establecimientos hosteleros. Además, una parte importante de nuestra producción la suministramos a EROSKI. Los productos que suministramos a EROSKI los preparamos diariamente, a primera hora de la mañana, para que lleguen al punto de venta en su punto máximo de frescura.

¿Desde cuándo trabaja con EROSKI?

Llevo suministrando a EROSKI más de 25 años. Empezamos a servir a los centros más próximos, pero con el tiempo, fuimos ampliando el servicio a otras localidades como Irun, Errenteria, Hernani, Urretxu, Oñati, etc.

¿Qué supone para usted trabajar con un gran distribuidor como EROSKI?

Con los tiempos que corren, es de agradecer que tengamos un distribuidor como EROSKI concienciado en la importancia del apoyo a los productores locales. Aunque siempre ha estado a nuestro lado, en estos momentos su apuesta es más fuerte todavía, lo cual es fundamental para que productores y baserritaras tengamos un futuro más digno.

Tengo entendido que antes de decidirse por la horticultura, trabajaba en una fábrica. ¿Por qué decidió embarcarse en esta aventura? Hoy en día valoramos mucho el tiempo libre, y es precisamente por eso por lo que el primer sector está preocupado; nos referimos a la falta de relevo generacional...

Así es, antes trabajaba en una fábrica y lo compaginaba con el trabajo en la huerta, pero con la crisis la fábrica cerró y entonces decidí dedicarme a la horticultura. Me siento a gusto llevando la explotación y nunca me he arrepentido de haber tomado la decisión de dedicarme plenamente a esto.

¿Cómo ve el futuro de su sector?

Es una pregunta realmente difícil de responder. Es cierto que no hay relevo generacional; ahí creo que hemos pecado nosotros, los profesionales del sector, al no apoyar y educar a nuestros hijos en este sentido. El primer sector es fundamental para nuestra sociedad, pero hay una brecha muy grande con respecto a las condiciones que ofrecen otros sectores. Trabajar en el caserío supone dedicarle muchas horas a diario, todos los días del año, y las vacaciones son prácticamente inexistentes. Además, al necesitar mucha mano de obra, los beneficios son muy escasos. A todo ello hay que sumarle que el producto no se valora lo suficiente económicamente. En ese sentido, en mi opinión, la solución no es darnos subvenciones para que aguantemos, sino que tendríamos que asumir que debemos pagar el producto por encima de los costes de producción, para que el productor pueda vivir dignamente. Recuerdo escucharle a un ganadero en una ocasión lamentarse de qué tipo de profesión es aquella en la que se trabaja todos los días del año, al tiempo que se pierde dinero a diario.

Teniendo en cuenta que cada vez nos preocupa más mantener una alimentación saludable, ¿se siente esperanzado?

Hay una tendencia a consumir productos frescos y saludables, y estoy esperanzado, pero también preocupado, porque el consumo ha bajado considerablemente y cada vez se cocina menos en casa. Me pregunto por qué ahora no tenemos tiempo, cuando trabajamos menos horas que antes. Deberíamos reflexionar si vamos por el camino correcto. n