- El calendario marcaba el día 1 de diciembre de 2017 cuando, en medio de una gran tormenta, un trueno que sonó "como un enorme estruendo" se dejó sentir en todo el municipio de Zestoa. Unos pocos segundos después comenzaron a caer numerosas piedras desde la parte superior de la iglesia de la Natividad de María; toda vez que el rayo que siguió al citado trueno pegó de lleno en el campanario del templo religioso, que sufrió importantes daños como consecuencia de la descarga eléctrica.

Aunque afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, aquel suceso deterioró de manera significativa la estructura de piedra de la torre y las campanas de la iglesia, pero también provocó destrozos en la parte del coro, en el tejado del soportal de la entrada principal, en el resto de la cubierta y en el órgano parroquial que había sido renovado recientemente. Asimimo, la descarga eléctrica quemó la sacristía y el cuadro eléctrico, afectando al sistema de megafonía y proyecciones.

Por todo ello, la iglesia de la Natividad de María se vio obligada a cerrar sus puertas para acometer las obras de reparación necesarias que, 30 meses después, ya se han dado por terminadas.

Por ello, el templo ubicado en el centro urbano de Zestoa volverá a reabrir sus puertas este domingo. Y lo hará con un oficio religioso que estará presidido por el obispo de Donostia, Jose Ignacio Munilla y que, dada la situación provocada por la pandemia del coronavirus, se llevará a cabo con el aforo limitado a 120 personas (todas ellas deberán manetener las distancias de seguridad pertinentes y acudir con su propia mascarilla).

A partir de mañana, la iglesia retomará su actividad habitual, por lo que volverá a acoger tanto los oficios religiosos como los funerales.