erdes, amarillos, ocres, rosas y morados. Son los colores que embriagan las paredes de Hika Txakolindegia de Amasa. Elena Arrese es la primera artista invitada a exponer sus obras, llenas de color y expresividad, en el restaurante y bodega que dirige Roberto Ruiz. Hasta el 31 de julio se podrá disfrutar de la colección Quehaceres diarios, éticos y estéticos con la que la pintora tolosarra quiere deleitar a los comensales de Hika.

La exposición, que reúne los trabajos realizados por la artista durante dos años y medio, es el reflejo de la expedición botánica que emprende su autora. La obra completa tiene tres apartados; se inicia en Altzo, lugar donde vive Elena; continúa en las Bardenas Reales; y termina con una variedad de trabajos. "La primera parte simboliza la más pura observación de la naturaleza, lo que me rodea, deteniéndome en los detalles; después aparezco en las Bardenas, un paisaje que me encanta y paso de los verdes más intensos a los amarillos, ocres, rosas más rotundos y expreso el sentimiento de soledad que siento; y por último, levanto la vista y aparecen los paisajes que son Tolosa, Altzo, Donostia...", resume la artista, que trabaja a la perfección los colores y las texturas.

Hace tres años que Elena Arrese decidió trasladar su residencia a Altzo y reconoce estar enamorada de este pequeño pueblo de Tolosaldea. "Me dejó totalmente hechizada y me deleito una y otra vez en la naturaleza con la que convivo a diario. El contraste es evidente entre Altzo y las Bardenas, y eso puede expresar muchas cosas, pero de los colores más terroso también puede salir el verde. Con la acción positiva siempre trato de ver lo bonito de las cosas, intento ser optimista, por eso mis cuadros son siempre amables", explica, haciendo referencia al título de la exposición, Quehaceres diarios, éticos y estéticos, "en la búsqueda siempre de la luz como cometido diario".

'Basamortua'

Un cuento con Juan Kruz Igerabide

La artista tolosarra también ha trabajado recientemente en otro proyecto junto al escritor Juan Kruz Igerabide. Basamortua se llama el cuento que han creado. "Es un cuento muy breve, pero muy bonito y poético, al que se pueden sacar muchas interpretaciones. Creo que es un cuento precioso para todos los públicos. He utilizado los dibujos que estaba haciendo de Altzo y de Donostia recrear la historia", explica. Las ilustraciones son mucho más realistas y dramáticos, algo que Elena no tiene por costumbre. "Utilizo mucho más el negro, pero según avanza el cuento me decanto más por el color, y empiezo a ser más reconocible. El cuento exige cierto dramatismo y así lo he hecho", confiesa.

No es la primera vez que Arrese se mete en el papel de ilustradora, ya que junto al escritor Karlos Linazasoro ha creado otros dos cuentos, Hugoren gaua y Hugo eta harri esferikoa. "Tenemos un tercer cuento que viene en camino, en el que ya estamos trabajando, y espero que pueda estar terminado para Navidad", concluye Elena Arrese. l