as restricciones derivadas de la pandemia de COVID-19 no les permitirán llevar al escenario del Leidor su Festival de Viernes Flaco, pero Inauteriak de 2021 no se quedará sin el mítico cartel de Arpegi, que desde ayer ya está en la calle. “Creemos que va a ser la primera vez que sale un programa de un espectáculo a la calle sabiendo que no se va a hacer”, reconoce Roberto Díez.

Después de 42 años en la brecha, el equipo del Arpegi decidió en septiembre que, pasase lo que pasase, sacarían el cartel del festival. El diseño, que fue distribuido ayer en los comercios y locales hosteleros de Tolosa, está cargado de emoción y quiere trasladar un mensaje simbólico. Aparece el patio de butacas lleno de todo tipo de vegetación “plantada” y en la parte superior aparecen los cinco responsables de iluminación “que nos están iluminando desde arriba por medio del anagrama de Arpegi”. Son cinco personas muy vinculadas a Arpegi, que han fallecido a lo largo de 2020 por diversos motivos, entre ellos el COVID-19: Mª Jose Jauregi, Miguel Navarro, Rafa Colinas, Tximua y El Lute. Desde Arpegi piden que, como gesto carnavalero, el cartel se mantenga expuesto hasta el 16 de febrero, Martes de Carnaval.

El grupo se ha planteado todo tipo de alternativas para poder materializar el espectáculo de este año, aunque oficialmente el Ayuntamiento de Tolosa ha suspendido Inauteriak. “Llevamos mas de cuatro meses dándole vueltas al tema, con opciones varias, por nuestra parte totalmente dispuestos a sacar el festival adelante, por supuesto, siempre cumpliendo las normas establecidas en ese momento”, aclara Roberto Díez.

Han compartido con el Ayuntamiento las propuestas que tenían sobre la mesa, diferentes en función de la situación epidemiológica, es decir, que la ley no permitiera espectáculos, que las permitirá con el 33% de aforo o con el 50% de aforo.

La troupe del Arpegi estaba dispuesta a ofrecer en el Leidor dos espectáculos e, incluso, tres, para satisfacer a un “público fiel” que ronda los 800 espectadores. No se habían planteado subir el precio de las butacas, aunque reconocen que el presupuesto actual del espectáculo “se cubre, de forma muy ajustada, con ese número de espectadores”.

Sin embargo, el mayor problema para llevar a cabo el festival está entre bambalinas. A los 21 miembros de Arpegi hay que sumar maquilladoras, estilistas, técnicos de iluminación, sonido y responsable del escenario, que suman un total de 30 personas. “Esta es la cuestión principal; la organización del personal que está detrás del telón”, matiza Roberto.

Los y las miembros de Arpegi no se van a quedar, de todas formas, con los brazos cruzados y comenzarán el próximo mes con la grabación de su segundo disco con Alex Di-Or. Asimismo, a partir de septiembre se embarcarán en la preparación de un libro por el 45º aniversario con todas las vivencias y anécdota de estas más de cuatro décadas de vida.