- Los tolosarras pudieron tomarse ayer su primera consumición en una terraza desde que se decretó la alarma sanitaria. Alrededor de una veintena de bares decidieron dar el paso de abrir sus locales en la fase 1 de la desescalada, que permite colocar las terrazas únicamente con el 50% de aforo. El tiempo plomizo y gris hizo que no hubiese un aluvión de gente y hasta se agradeció. "Mejor ir poco a poco" comentaban varios de los hosteleros consultados.

Los que se animaron fueron, principalmente, los establecimientos que están ubicados en plazas y están en mejor disposición de colocar terrazas. En la plaza Nueva el bar Ikatza fue el único que ayer subió la persiana. Kontxi Dorronsoro explicaba que no han tenido dudas de abrir después de dos meses de clausura: "Vamos a ir viendo cómo responde la gente, aunque a los clientes les está costando no entrar en el bar y que les sirvamos. Vamos a seguir ofreciendo pintxos y hasta el menú del día, pero con una carta más reducida, porque por ahora solo hemos vuelto mi marido y yo, los trabajadores siguen en ERTE", explicaba la hostelera.

En una de las zonas habitualmente más concurridas de Tolosa, la plaza Euskal Herria, sí que se notó ayer la actividad hostelera, con cuatro bares que sacaron sus mesas y sillas al exterior. Uno de ellos fue el 19-90, donde la gente aprovechó para tomarse un café o una cerveza y recuperar conversación. Detrás de la barra, Ander Mendizabal, comentaba que han tenido muchas dudas de abrir en esta fase y que al final se han tirado a la piscina. "Las medidas son muy estrictas para nosotros y aunque hay ganas por parte de la gente, se nos pide mucho trabajo de desinfección, hay que estar muy pendientes, servir a la gente... Al Ayuntamiento de Tolosa le pediría más asesoramiento y flexibilidad para poder ampliar el espacio de las terrazas", reclamaba.

Jose Manuel Toledo, propietario del Xare y el Karela, ha optado por abrir solo el local de la plaza López Mendizabal. "La situación no está fácil, pero hemos optado por recuperar un poco la normalidad y estar activos mentalmente. La gente tiene ganas, pero hay que mantener las distancias y cumplir las normas. Como hostelero no estoy dispuesto a ejercer de policía en la terraza, creo que el Ayuntamiento debería ejercer de mediador hasta que la situación se normalice del todo", explicaba el hostelero, que también ha empezado a ofrecer comida para llevar.