Las limitaciones en el ruido y la protesta de ciertas carrozas, la seguridad en la plaza de toros y las entradas, la altísima participación o una diana cada vez más multitudinaria y los problemas que ello implica. Estos fueron algunos de los temas que se trataron el miércoles en la reunión de valoración del Carnaval, en la que hubo amplia representación de los colectivos que participan en la fiesta. El ruido y los decibelios fueron los temas más recurrentes y el Ayuntamiento, de la mano de Tinkatu Aholkularitza, presentó los datos de la contaminación acústica obtenidos este año, lo cual permite tener "un mapa del ruido del Inauteriak".

Según los contadores de personas ubicados en diferentes puntos, en los seis días festivos han pasado por el centro de Tolosa 44.490 personas y por el Triángulo casi 30.000. "Tenemos que felicitarnos por los grandes carnavales que hemos tenido, pero es cierto que esta altísima participación genera otros problemas a los que tendremos que hacer frente", manifestó la alcaldesa, Olatz Peon.

Uno de los caballos de batalla del Inauteriak es y sigue siendo el ruido. Con el fin de favorecer la convivencia el Ayuntamiento ha adoptado este año ciertas medidas; como colocar limitadores en los equipos de sonido de carrozas y comparsas para no superar los 90 decibelios. Los técnicos de la empresa Tinkatu Aholkularitza ha realizado mediciones del ruido para conocer cuáles son los focos principales de ruido y si se han cumplido las limitaciones impuestas.

De esta forma, se colocaron medidores fijos en cuatro puntos, como son la calle Rondilla, Euskal Herria plaza, el frontón Beotibar y San Francisco, y se realizaron mediciones puntuales en carrozas, txosnas, bares, barracas... Se han obtenido hasta 17.000 datos en cada uno de ellos.

Como conclusión principal se puede extraer que principalmente no se han cumplido las limitaciones en el horario nocturno. En cuanto a valores generales, el 70% de las carrozas y comparsas rebasó los 90 dB y el 97% superó los 65 dB; y en horario nocturno (de 22.00 a 7.00 horas), el 80% superó los 90 dB y el 97% los 65 dB.

Sin embargo, de esta maraña de datos el coordinador de Tinkatu Aholkularitza quiso hacer una apreciación. "La mayoría de las carrozas han cumplido las normas, a excepción de dos o tres, pero en el caso de las comparsas, el 50% no han cumplido. He comprobado in situ que la gente en general está dispuesta a colaborar y ahora, además, sabemos dónde está el foco principal del problema", declaró Edu Arana, que también habló de la seguridad de las construcciones: "En general, es razonable, aunque el mayor problema deriva del sistema eléctrico de muchas de ellas".

Fueron muchos los asistentes que tomaron la palabra para opinar sobre la contaminación acústica. Algunos se mostraron a favor de "diferenciar las comparsas que preparan sus espectáculos de las que son meramente almacenes de alcohol". Varios asistentes coincidieron en que cumplieron con los límites de sonido establecidos y se encontraron "con dificultades para realizar sus números debido al ruido de alrededor", por lo que entienden que habría que "negociar" la limitación de los 90 dB.

Otras opiniones Hubo quien opinó también que, a raíz del establecimiento de la zona del Triángulo como zona de control del ruido, esta zona se ha quedado "desangelada". Decían que ahora el problema no ha hecho más que trasladarse al paseo San Francisco y que "carnavaleros de toda la vida se han tenido que buscar nuevos lugares, por ejemplo la parte vieja, para no ser acallados por el ruido de las comparsas-discoteca".

Al traslado de dichos grupos al paso San Francisco se ha añadido este año además la venta ilegal en masa, que ha obstaculizado el paso en una zona tan céntrica y con tanto flujo de gente, algo que también se constató en la reunión. La alcaldesa alegó las dificultades que tiene la Policía Municipal de actuar en momentos de distensión, de fiesta, y en los que hay semejante aglomeración.

La plaza de toros fue otro de los temas que se puso en la diana. El Jueves Gordo funcionó la organización en el acceso, pero habrá que pensar en otras medidas porque el resto de los días hubo mareas humanas que generaron peligro. Hubo quien recordó que el Ayuntamiento debería dejar de alguna forma que la gente que quiere dar la vuelta al ruedo y salir pueda hacerlo como se hacía antes "porque es una de las estampas del Inauteriak de Tolosa".

Tampoco faltaron las quejas sobre el sistema de venta de entradas de la plaza de toros. Hay quien entiende que "no es justo que desde un despacho de Donostia alguien pueda comprar entradas por Internet y que gente de Tolosa se quede sin ellas". Lo cierto es que no hay un sistema que satisfaga a todos y las normas aforo de la plaza de toros son inflexibles, pero se abrió el debate de si los tolosarras deberían tener prioridad a la hora de conseguir las entradas.

La diana, cada vez más multitudinaria, también está generando problemas. Los músicos de la banda deben tocar durante horas porque la gente "salta hacia atrás" y quizá haya que realizar alguna recomendación sobre cómo dirigir la kalejira de cara al próximo año.