-Dentro del Plan para Garantizar los Derechos de la Infancia y la Adolescencia de Pasaia, las jóvenes de 3º de ESO del centro escolar La Anunciata han realizado un proceso en el que han puesto en juego las emociones, el cuerpo y el territorio, que se ha abordado en relación con el espacio público, poniendo de manifiesto la importancia de promover una buena convivencia.

Esta semana han sacado a las calles de Pasai Antxo las conclusiones de su análisis, en las que "seguridad" ha sido la palabra más repetida. Las escolares colocaron carteles con las frases "En las calles las jóvenes queremos vivir seguras y libres, queremos ser escuchadas y vistas"; "Queremos vivir la adolescencia con seguridad"; "Queremos salir a la calle sin miedo"; "Mi cuerpo, mi territorio"; "Queremos sentirnos apoyadas"; "Acompáñanos en nuestro aprendizaje"; "Ayúdanos a crear nuestro futuro" o "Queremos expresarnos con libertad".

El proceso se desempeñó en grupo, desarrollando una experiencia de juego explorador. Además, se llevó a cabo bajo la dirección de la experta en terapias de cuerpo y danza Betania Mendoza y la creadora Izaro Mariezkurrena, ambas ciudadanas de Pasaia.

"La finalidad de este proceso fue que el grupo fuera capaz de hacer una reflexión sobre lo que les sucede en los diferentes entornos de la vida cotidiana, para desde allí poder reconstruir un diálogo cercano, afectuoso y amable que diera lugar a que pudieran expresar cuáles son sus necesidades respecto al entorno donde viven. Y, a su vez, que fueran capaces de comprender qué sienten, cómo lo sienten y el porqué de sus emociones", señalaron.

Por todo ello, esta propuesta representa una posibilidad para repensar los espacios públicos como mediadores de las emociones, sensaciones y sentimientos. "Y, además, la importancia de la reflexión consciente de cómo la construcción de nuestros pensamientos nos afecta", añadieron las directoras.

"No podemos hacer oídos sordos a esta reivindicación, ahora nos toca a los y las adultos y adultas reflexionar sobre cómo fomentar entornos más empáticos y comprometidos, y asumir como comunidad que la crianza también es una responsabilidad social", apelaron.

Por su parte, las estudiantes apuntaron que el fin de su campaña de comunicación es concienciar a los adultos, para que tanto antxotarras como pasaitarras, pongan su mirada en ellas y sepan acompañarlas en la adolescencia, como comunidad.

Esta intervención, promovida por el Plan Eskubidean, ha contado con el apoyo del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.