- Ayer se conoció la reunión celebrada entre la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, y la alcaldesa de Errenteria, Aizpea Otaegi, para debatir sobre los proyectos que se llevarán a cabo en el municipio durante los próximos años. En ella, Oiarbide adelantó que la Diputación prevé instalar barreras antirruido en Errenteria, en la GI-20 y en la AP-8, a la altura de Beraun, Pontika, Markola, Agustinak y Lartzabal.

El primer proyecto, que se redactará este mismo año y contará con un presupuesto de 1,8 millones, afectará a los barrios de Beraun y Pontika. Oiarbide precisó que "con estas medidas correctoras se beneficiarán 2.985 personas y el 76,25% de los vecinos que actualmente sufren un exceso de ruido tendrán una mejora sustancial en su día a día". Está previsto que las pantallas se coloquen en 2022.

En segundo lugar, se actuará en el cruce entre la AP-8 y la GI-20, entre Errenteria y Oiartzun, para proteger los barrios de Markola, Agustinak y Lartzabal. Las pantallas acústicas actuales se prolongarán durante algo más de 400 metros, protegiendo los elementos sensibles y los núcleos urbanos del área. "En esta zona 2.276 personas sufren niveles de ruido superiores a los admisibles. Con la construcción de la pantalla propuesta se reduciría el nivel de ruido que soportan unas 1.500 personas", precisó la diputada. Esta intervención cuenta con un presupuesto de 425.000 euros y se llevará a cabo en 2023.