- La asociación Entre Orillas, en colaboración con las áreas de Igualdad, Migración y Diversidad del Ayuntamiento de Pasaia, ha desarrollado este mes, en torno al 8-M, Día Internacional de la Mujer, el proyecto Ser vistas (una fórmula para existir). Esta iniciativa se traduce en un mural colectivo que se encuentra en Trintxerpe, en la escalera ubicada en la parte trasera de la escuela de música.

Este mural plasma el imaginario simbólico de la mujer migrante y al proceso de ocupación del espacio público. Según explican Rebecca Wilkinson y Betania Mendoza, coordinadoras de este proyecto, “Ser vistas (una fórmula para existir) trata de reflexionar sobre cómo las mujeres viven su experiencia migratoria, lo que dejan atrás cuando salen de sus países de origen disolviendo sus redes de sostén”.

De hecho, se pensó que crear un mural colectivo era una buena fórmula para fortalecer la vinculación de las migrantes con el territorio de acogida, para impulsar la participación social y el pensamiento crítico de las mujeres de esta comunidad y para fomentar la participación de la mujer migrante en el pueblo.

“En definitiva, las reflexiones giraron en torno a cómo es el proceso de empoderamiento personal y colectivo de las mujeres migrantes, sobre cómo los mecanismos de exclusión, opresión y discriminación en el ámbito socioeconómico nos afectan; y sobre lo necesario que es que nos convirtamos en agentes activas y participativas dentro de la comunidad donde vivimos para nuestro desarrollo, autonomía y empoderamiento”, subrayan las impulsoras.

En su opinión, estos encuentros han sido estimulantes para todas: “El proceso creativo dio como resultado una mujer tótem que pudiera ser vista como símbolo y emblema colectivo, que representa nuestra potencia, unos pies gigantes que sostienen mi andadura, una mano que da, pero también recibe”. En definitiva, una puesta en valor de sus vidas y una manera de dejar una huella en el territorio para así poder ir creando memorias y arraigos.