PASAIA - El grupo ecologista Eguzki Oarsoaldea denuncia que las obras del tercer tramo de la acera y bidegorri para conectar de manera segura Lezo con Pasai Donibane lleva un año de retraso. En este sentido, señalan que en estas fases del desconfinamiento en las que se puede pasear por diferentes franjas horarias son muchas las personas que transitan por la zona.

"En este caso estamos pidiendo seguridad peatonal, no únicamente una simple ampliación del bidegorri", subrayan desde Eguzki. A este respecto recuerdan que la Diputación Foral y el Ayuntamiento de Lezo llegaron a un acuerdo por el cual la distancia que separa el casco urbano de Lezo de Pasai Donibane quedó dividida en tres tramos; los dos primeros, financiados por el Ayuntamiento lezoarra y el ente foral, ya están ejecutados; sin embargo, el último tramo, "se comprometió a realizarlo en solitario la Diputación Foral, ejecución que se anunció se iniciaría al terminar las obras de la segunda fase, es decir hace ya mas de un año".

"Sabemos que la Junta del Puerto de Pasaia ha dado los permisos oportunos para que este tramo se realice. Entonces nos preguntamos: ¿Qué pasa para no acabar con ese punto oscuro? ¿o es que no se dan cuenta del efecto embudo que se crea en la actual situación en que se encuentra?", se preguntan en un escrito enviado a los medios.

De hecho, el último tramo, el que pasa junto a la parcela donde se ubicaba la térmica, es el más peligroso para los viandantes. Se trata de una acera de apenas medio metro de anchura que se encuentra en una curva con escasa visibilidad y cuando en ese punto se cruzan dos personas, una de ellas tiene que salir a la carretera, con el consiguiente peligro que este gesto acarrea.

"Eguzki Oarsoaldea, que siempre ha estado cerca de esta reivindicación, quiere hacer un nuevo llamamiento a las instituciones responsables para que no alarguen más en el tiempo esta obra tan necesaria, priorizando estos proyectos", concluyen en su escrito.