- Los hosteleros de Errenteria pertenecientes a la asociación Ostari, que engloba a 30 bares y restaurantes de la villa, llevaron a cabo el lunes una protesta y decidieron no abrir sus establecimientos porque, según señalan, con las normas de la fase 1 no es rentable abrir sus negocios.

Según explican en una nota publicada en su perfil de Facebook, más grave que la poca rentabilidad, o incluso las pérdidas económicas, es la "inseguridad" que les produce la improvisación, "los cambios repentinos de los protocolos que en cuestiones tan importantes de salud no sabemos si responden a reflexiones científicas o a presiones mediáticas". Y añaden: "Donde antes (el aforo de la terraza) era de un 30%, ahora es de un 50%, donde antes eran cuatro en una mesa ahora son diez, etc.". "En estas condiciones y con estos protocolos que asoman tímidamente vemos muy complicado garantizar, como esta situación merece, la gestión de nuestras terrazas", concluyen.

Otra de las quejas de los hosteleros es la poca claridad que existe a la hora de anunciar las condiciones de las ayudas económicas: "Alguien tiene que anunciar medidas que nos hagan sentirnos protegidos". Entre sus exigencias se encuentran despejar las dudas sobre los ERTE, sobre las prestaciones a los autónomos y sobre su vinculación o no a la vuelta al trabajo en dichas condiciones.

No obstante, a pesar de todos estos obstáculos y la incertidumbre denunciada, los hosteleros de Ostari aseguran que tienen "unos deseos terribles de empezar a trabajar". "Deseamos levantar cuanto antes las persianas de nuestros establecimientos y encontrarnos de nuevo con nuestros clientes, con nuestros amigos. Pero queremos volver con dignidad", sentencian los miembros de Ostari.