Pasaia - En el último pleno celebrado en Pasaia se aprobó de manera definitiva el Plan de Accesibilidad, en el que entre otras mejoras se plantea la construcción de cuatro nuevos elevadores en la localidad: uno en Trintxerpe, otro en Donibane y el último en San Pedro. En Pasai Antxo no se plantea ninguna actuación, ya que su orografía no lo hace necesario.

En la actualidad existen ocho ascensores, la gran mayoría de ellos, concretamente seis, en Trintxerpe, el distrito con mayores pendientes, ya que ha ido creciendo en la falda del monte Ulia. En este caso, los redactores del Plan de Accesibilidad, Ingartek y D3 Arquitectos, proponen un nuevo ascensor que daría acceso desde la calle Oiartzun a Bidasoa Kalea, dando continuidad al itinerario peatonal que se inicia en Arrandegi y, a través de dos ascensores, llega hasta la calle Urgull. En el área de influencia definida para el nuevo ascensor, se daría servicio a 817 habitantes que viven en la zona, según datos del EUSTAT del año 2018.

En el distrito de San Pedro, también se encuentran algunas calles con pendientes significativas, aunque en las más importantes se han instalado elementos mecánicos, como cuatro escaleras y un ascensor. A su vez, hay otro ascensor, el que se sitúa junto a la Casa del Mar, que, aunque pertenece al barrio de Trintxerpe, da servicio a gran parte de los habitantes de San Pedro.

En este caso, el Ayuntamiento de Pasaia ya ha realizado un proyecto constructivo para la ejecución de alojamientos dotacionales y parkings en la zona de Pabloenea, lo que permitiría, además, instalar un ascensor vertical que daría servicio a las calles Urrestarazu Anaien Kalea y Pabloenea Kalea. En el área de influencia definida para el nuevo ascensor, se daría servicio a 745 habitantes que viven en la zona, según datos del EUSTAT del año 2018.

Por último, en lo que respecta a Donibane, el barrio dispone en la actualidad de un ascensor vertical, que da acceso desde la calle Donibane Kalea a la calle Juan XXIII. "Debido a que este elemento vertical se sitúa en la zona Oeste del barrio, proponemos la complementación de los itinerarios peatonales, proyectando un nuevo ascensor en la zona Este", señalan las empresas de ingeniería y arquitectura. Este nuevo ascensor se proyectaría en dos tramos, dando acceso a las calles Lezo Bidea y Bordalaborda por un lado y, por otro, desde esta última a San Roke. En el área de influencia al que daría servicio el ascensor viven alrededor de 685 personas, según datos del EUSTAT del año 2018.

Para llevar a cabo la construcción de estos tres elevadores sería necesario una inversión superior al millón de euros. El presupuesto es estimativo, ya que el mismo dependerá de las características de la orografía y la calidad y capacidad que quiera darse a los ascensores.

No obstante, las inversiones en elementos mecánicos no acaban aquí, ya que Ingartek y D3 Arquitectos aconsejan la sustitución progresiva de las escaleras mecánicas por elevadores, puesto que esos elementos, en la actualidad, no cumplen con todos los perceptos de accesibilidad universal, debido a que no son útiles para personas que se desplazan en silla de ruedas o dispuestas de un coche para bebés.