ara ser competitiva en el mundo actual, la comarca de Goierri apuesta por las prácticas socialmente responsables. Los 20 municipios que conforman el valle destacan por desarrollar acciones innovadoras en cuestiones éticas, como las ambientales y de género.

Ejemplo de ello es la implementación del programa experimental de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Herrilab, en Beasain; un laboratorio de conciliación corresponsable para llevar a cabo "procedimientos prácticos y positivos para la transformación de las tendencias estructurales, estereotipos, roles de género y hábitos que dificultan la igualdad". De esta manera, Beasain ha sido la primera localidad de Euskadi en avanzar un paso más hacia la paridad entre mujeres y hombres. Una de las experiencias llevadas a cabo en el municipio ha consistido en racionalizar el horario comercial durante el mes de febrero. 34 establecimientos locales han participado en la prueba piloto, adaptando su horario de tarde de 16.00 a 19.00 horas. Entre los comercios adheridos se encuentra la agencia de viajes Abio Bidaiak, dirigida por Iker Garmendia. "La vida cambia, todo evoluciona, y los comercios no nos podemos quedar atrás en la trasformación", explica.

Asimismo, la implicación de la ciudadanía ha sido fundamental para el desarrollo del experimento. Begoña Arranz, quien vive en Beasain y compra en el comercio local a diario, valora positivamente el proyecto de conciliación. Sin embargo, critica la dificultad de adaptarse al horario en caso de trabajar en ciertas empresas de la comarca: "Si todos los sectores laborales no modifican el horario, será complicado conseguir la conciliación de la vida laboral y familiar de cada uno de los miembros de la unidad familiar", comenta. Por ello en los próximos meses Herrilab se extenderá también a las empresas de la zona.

El experimento también ha llegado al sector educativo. Los centros escolares Alkartasuna Lizeoa, Murumendi y La Salle han comenzado a trabajar la relación con los padres, para dar un impulso a su implicación.

En el camino hacia la sostenibilidad

Y como no podía ser de otra manera, el cuidado del medio ambiente está entre los ejes principales de una comarca con un marcado carácter industrial, y por ende, con la mirada puesta en un futuro más sostenible. En este contexto, localidades como Ordizia y Lazkao han cambiado sus luminarias públicas al sistema led. La iluminación led es considerada más ecológica, eficiente, menos nociva para la salud de las personas y con una larga vida útil que repercute positivamente en el ahorro energético.

Por otro lado, en Beasain se instalarán placas fotovoltaicas en el polideportivo Antzizar, con el fin de obtener energía solar para suplir las necesidades energéticas del propio centro deportivo. Serán placas de autoconsumo de 300 kW, mediante las cuales se conseguirá el 31,1% de la energía que consume el edificio deportivo municipal de manera sostenible y respetuosa con el entorno. Asimismo, se está estudiando la forma de calentar el agua de las piscinas con la energía sobrante de empresas cercanas al polideportivo.

Al igual que otras comarcas vascas, Goierri también indaga en el tema de las comunidades energéticas. En este camino, Beasain lidera la iniciativa en el valle con el objetivo de que 400 familias locales generen y gestionen energía solar para su propio suministro.

20 años de energía 'made in Goierri', de la mano de Biosasieta

20 años de energía 'made in Goierri', de la mano de Biosasietan estos tiempos en los que el mercado energético está tan revuelto, el objetivo de reducir la dependencia energética toma más valor que nunca. En este sentido, Biosasieta está a punto de cumplir 20 años generando energía local. Desde 2002, ha convertido en energía el biogás generado por los residuos depositados en su día en el vertedero. En su mejor momento, generaba 3,3 mW anuales, lo suficiente para cubrir las necesidades de 2.500 habitantes. Aunque el vertedero de Sasieta cerró hace siete años, actualmente sigue produciendo gas para abastecer el consumo de 900 habitantes. Desde hace casi dos décadas, el principal objetivo de esta instalación ha sido reducir las emisiones de efecto invernadero y de esta manera, contribuir a limitar el cambio climático y favorecer al medioambiente. No se sabe a ciencia cierta cuántos años más de vida tendrá Biosasieta, pero mientras tanto, una pequeña parte de la energía de la comarca seguirá siendo made in Goierri.