- El Miami es un bar histórico de la localidad goierritarra. Un lugar donde los ordiziarras de muchas generaciones han pasado ratos y buenos momentos. Luego de un tiempo con la persiana bajada, ahora vuelve a abrir, con intención de quedarse para mucho.

El viernes se celebró la inauguración del nuevo Miami, de la mano de Javier Freire, que cuenta con la ayuda incondicional de su ama, Mariela Herrera. "Estamos muy ilusionados con el nuevo camino que acabamos de emprender", comentan.

No es una época fácil para comenzar con un negocio. La pandemia del coronavirus asusta, sobretodo por la incertidumbre que la caracteriza. "Hemos querido arriesgar, por que sin arriesgar no se puede ganar", explica Freire, animado.

A la inauguración se acercaron decenas de personas. Celebraron la apertura del establecimiento con pintxos de todo tipo y bebidas para todos los gustos. "Sentimos una muy buena respuesta de los clientes, nos sentimos muy protegidos por ellos", confiesa Mariela Herrera.

La idea del nuevo gestor del Miami es ofrecer platos combinados, bocadillos, hamburguesas, etc. "De momento no nos planteamos servir menús diarios", pero madre e hijo no descartan que en un futuro próximo amplíen su abanico de comidas.

Aunque Freire y Herrera se sienten profundamente ordiziarras y euskaldunes, el sentimiento siempre estará hacia su origen ecuatoriano.

"Queremos dar a conocer a nuestros clientes la gran variedad y calidad de la gastronomía ecuatoriana". Por ello, fusionaran las comidas de los dos países, con mucho cariño y amor.