- Una experiencia única y que no dejará indefirente a nadie en 60 minutos. Eso es lo que ofrece el proyecto Harimakilatik Ihesi que ya mismo se puede disfrutar en Ordizia de forma gratuita, en Cartonajes Nadal, que esta pegado al Herri An-tzokia. Una iniciativa que simula el tan conocido escape room, pero que tiene unas cualidades únicas.

La iniciativa artística Harimakila nació en 2014 en Gasteiz con un claro objetivo: mostrar en primera persona las condiciones en las que se encuentran los trabajadores/as de la industria textil en Asia, Latinoamérica y África, a través de una experiencia artística. Lo que en principio iba a ser una exposición se ha reconvertido y reinventado debido a la pandemia.

"Se busca activar la mirada crítica sobre el consumo y la producción", recalca Maider Sagredo, de la ONG Calcuta Ondoan y una de las impulsoras. "Es un juego, una experiencia, una prueba, una especie de sala de escape...", añade Calcuta Ondoan.

Esta experiencia solamente se podrá vivir en Ordizia, ya que no se va a organizar en otras localidades. Estará disponible hasta el 28 de noviembre y durante ese periodo podrán participar un total de 88 equipos que deberán estar formados por entre dos y cinco personas. Es un proyecto en el que pueden participar tanto parejas como grupos de amigos y familias, y se recomienda que las y los participantes tengan más de 14 años, a no ser que vayan acompañados/as de personas adultas.

Las sesiones serán de miércoles a viernes, por la tarde, a las 17.00 y 18.30 horas; y los sábados habrá tres sesiones: 12.30, 17.00 y 18.30 horas.

Aunque sea gratuita, es imprescindible apuntarse. La inscripción ya está abierta y hay que realizarla mediante www.harimakila.org. Se recomienda apuntarse cuanto antes para no quedarse sin plaza.

Durante una hora y mediante juegos se adentrarán y se identificarán con las condiciones laborales que sufren en la industria textil. Un proyecto que intenta conseguir la concienciación de la ciudadanía para que nos demos cuenta qué hay detrás de las prendas con las que nos vestimos día a día y poder así, decidir por qué tipo de consumo apostamos.