ormalmente suelen ser los grandes olvidados, y más en época de pandemia. Los gatos callejeros son una realidad de nuestras localidades, muchos y muchas los solemos ver por las calles, vagabundeando y buscando comida. La asociación Lau Katu de Goierri, que desarrolla su actividad en Beasain y Lazkao, hace un llamamiento a la ciudadanía de ambas localidades y del resto de la comarca para que en esta situación de alarma se cuide a los gatos callejeros para que no mueran y se fomente también la adopción de los animales.

En el caso de Beasain, por ejemplo, los miembros de la asociación tienen el permiso para poder seguir alimentando a estos animales, aunque piden un convenio con el Ayuntamiento. "Estamos a la espera de la acreditación municipal. Hace algunas semanas, por ejemplo, una vecina gritó a una persona que iba a alimentar a estos gatos. Afortunadamente, tenemos muy buena relación con la policía municipal, que ya sabe quienes somos, pero necesitamos un convenio escrito con el Ayuntamiento que de verdad nos ampare a la hora de realizar nuestro trabajo", pide Ane Zudaire, miembro de Lau Katu.

En esta época de crisis están viviendo situaciones duras, ya que estos animales no tienen dueño ni, en muchas ocasiones, nadie que cuide de ellos. "Quienes los alimentan son voluntarios que les proporcionan lo mínimo para que sobrevivan y estamos viendo que también hay vecinos y vecinas que se preocupan por los gatos que están en la calle, cosa que nos alegra. Por la pandemia causada por el COVID-19 podemos observar que hay más gatos de lo habitual en la calle que no se están alimentando", detalla. Por ejemplo, hace unas semanas tuvieron que ayudar a tres gatos que fueron atendidos de urgencia. En estos casos, desde Lau Katu piden que las y los ciudadanos que vean que un gato callejero necesita ayuda lo atiendan y lo lleven al veterinario si fuera necesario.

Desde Lau Katu realizan una labor ejemplar para ayudar a las y los gatos que se encuentran desamparados. "Lamentablemente no conocemos todas las colonias que existen en Beasain", detalla Zudaire. Por ejemplo, hace tres años, hicieron un estudio que determinó que existían más de 400 colonias. "Cuando nos fijamos en una colonia vemos cantidades incalculables de fallecimientos. Los gatos de calle no son de segunda, estamos en una época con otra sensibilidad. La gente se tiene que implicar de una manera civilizada", enfatiza.

Desde la asociación tienen varios proyectos en marcha, e invitan a cualquiera que esté sensibilizado con la causa a que se ponga en contacto con ellos mediante las redes sociales para hacer que la vida de estos seres sea igual de importante que la de cualquier animal doméstico.