Casa Erviti, el histórico comercio de instrumentos musicales, lleva ya más de un año ubicado en la Avenida Libertad de Donostia dejando atrás un pasado centenario que muchos siguen relacionando todavía con su arquería azul tan característica de la tienda que antes se ubicaba en el número 28 de la calle San Martín y que se extendió hasta ocupar tres escaparates contiguos hacia la calle Loiola.

La fachada del antiguo local sigue en pie, sin apenas cambios, aunque sí alguna que otra pintada propia del abandono, pero el interior es apenas hoy un recuerdo de lo que fue cuando la Casa Erviti se fundó en 1875. Ancora, la asociación que trabaja en defensa del patrimonio cultural, explica que ya "ha comenzado a destruirse". "La desaparición del interior constituye una sensible pérdida", señalan en un comunicado, en el que detallan que esta tienda contaba con "geométricas molduras con sucesión de arquerías" y que "participaba de una estética vanguardista, heredera del Art-Decó". Según señalan desde la asociación ciudadana, "databa de los años 30 o principios de los 40 y tuvo dos magníficos murales firmados por Isaak, de los que se conservaba uno solo, alusivo al folklore musical vasco".

Pero ahora apenas quedan escombros de lo que un día llegó a ser un sitio de peregrinaje para cualquiera que se dedicara a la música, no solo en Donostia o en Gipuzkoa. Casa Erviti, ese lugar de referencia para músicos tano amateur como de primerísimo nivel, sigue con su labor encomiable en la céntrica Avenida donostiarra, mientras el que fuera su local, y del que tuvieron que salir hace más de un año, como explicaba en su día Luismari Gárate, biznieto del fundador del comercio, José Erviti, porque la muerte de sus padres había dejado sin efecto el contrato del histórico inmueble, construido por Benito Olasagasti en 1893, con el comercio que alberga en el bajo.

Ante la situación actual y tras el comienzo de los trabajos de adecuación del interior, Ancora ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento y a los promotores para recordarles que el característico "frentado exterior de madera está expresamente protegido en el PEPPUC (Protección del Patrimonio Urbanístico y Construido) y debe preservarse de manera estricta". En ese sentido, la asociación en defensa del patrimonio cultural considera que los comercios históricos "no gozan" de la protección que debieran y pide que no se vuelvan a repetir "los desastres recientes" perpetrados en locales como "Susperregui, Ttaka Bazar, Transportes Lasarte o el Bar Barandiarán".