a obra de transformación del entorno de la calle Iztueta de Donostia, tras el derribo del antiguo viaducto, inicia estos días una nueva fase tras la llegada el pasado fin de semana de las grandes piezas de hierro que compondrán el futuro puente. Los fragmentos de estructura, dos de ellos de 26 metros de longitud y una quincena más de menores dimensiones, viajaron desde Orense en un transporte especial, compuesto por dos camiones, que atravesó sin complicaciones y por la noche la calle Virgen del Carmen.

Esta semana, los operarios están ensamblando las piezas de modo que el futuro puente ferroviario, que se colocará seguido al actual, quede ya finalizado, aunque en el suelo. No será hasta el puente de El Pilar, entre el 9 y el 12 de octubre, cuando esta gran estructure metálica se ice por medio de grúas hidráulicas para encajarse en su lugar definitivo. Además, también deberán colocarse las vías necesarias para que circulen los trenes por ella.

Desde el derribo del viaducto, el pasado mes de febrero, en la zona solo hay una vía para los trenes, ya que la zona de la otra está ocupada por las obras. Esta circunstancia pondrá punto final una vez pasado el puente de El Pilar, cuando volverá la circulación de trenes en ambas direcciones. Entonces, además, se podrá empezar a excavar el suelo para hundirlo a la profundidad adecuada ya que, en el futuro, la conexión viaria entre Gros, el Centro y Egia, con tres carriles, se producirá por esta nueva carretera, que ocupará el espacio del anterior viaducto.

La nueva calzada deberá estar más baja que la actual calle Iztueta con el fin de dejar espacio suficiente para que autobuses y camiones puedan cruzar sin problemas bajo el nuevo puente ferroviario. La calle Iztueta, por su parte, acogerá tráfico interno de Gros así como el bidegorri.

Como ya se puede apreciar en las piezas metálicas que reposan junto a los juzgados, el nuevo puente ferroviario será de color rojo, mientras que el viejo, de color azul, se pintará también de colorado.

Puente de El Pilar

Sin trenes

El tráfico ferroviario quedará absolutamente interrumpido durante el puente de El Pilar a su paso por el centro de Donostia y se llevará a cabo por medio de autobuses, como sucedió cuando se derribó el viaducto.

La concejala de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga, y la portavoz socialista, Marisol Garmendia, visitaron el pasado martes las obras. Garmendia declaró que, una vez terminada la obra, con la creación de una rotonda frente a los juzgados, este punto de la ciudad sufrirá "un cambio importante que, además, supondrá la eliminación de un punto crítico desde el punto de vista de la seguridad para las mujeres".