- La paulatina desaparición de barcos de pesca del puerto donostiarra provocó un cambio en la antigua dársena pesquera que, en 2016, estrenó los nuevos pantalanes que permitieron ordenar el espacio para 37 embarcaciones de recreo, además de mantener los pocos pesqueros que quedaban. En la nueva zona se dejó hueco para algunas txipironeras de arrantzales jubilados así como para unas catorce embarcaciones en tránsito, una carencia que pesaba sobre el puerto donostiarra, donde las embarcaciones de viaje se encontraban con problemas para poder pasar una noche.

En 2017, al año siguiente de la reforma, el puerto donostiarra se convirtió en el puerto náutico vasco que acogió más escalas, con 593 barcos ajenos al muelle registrados entre enero y septiembre. El año anterior, el puerto donostiarra había ocupado la cuarta posición en acogida de embarcaciones de viaje, por detrás de Getaria, Hondarribia y Mutriku.

La transformación del puerto de Donostia, cada vez menos pesquero y más de recreo, ha cumplido otro hito más con la renovación del edificio conocido como el Portaaviones, que no solo cuenta con un espacio gastronómico, dirigido principalmente a los visitantes (sin contar la pandemia), así como con duchas y otros servicios para el uso de los navegantes en tránsito.