La pandemia de covid ha dado un cambio drástico al perfil delictivo también en Donostia. Mientras los delitos más comunes se redujeron más de un 30% el pasado año, las estafas aumentaron un 120% y los casos de tráfico de drogas, un 56%.

En total, las infracciones controladas por la Guardia Municipal y la Ertzaintza a lo largo de 2020 fueron 10.640, un 11,7% menos que el año anterior, cuando se produjeron 12.000, según los datos presentados este miércoles por el viceconsejero de Interior del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga, y el concejal de Seguridad de Donostia, Martin Ibabe.

La tasa de delincuencia de Donostia se sitúa en 56 infracciones por cada mil habitantes, algo más que la de Vitoria (55) y menos que la de Bilbao (63), la capital vasca que experimentó una mayor reducción de delitos el pasado año.

La delincuencia en Donostia, sin embargo, es muy superior a la de la media de Gipuzkoa, que registró el pasado año 40 infracciones por cada mil habitantes, una cifra a su vez inferior a la media de la Comunidad Autónoma Vasca, que fue de 45.

La bajada de delitos, sin embargo, no se reflejó en el número de detenidos que aumentaron ligeramente (2,9%). En total, el número de personas arrestadas e investigadas por la Ertzaintza y la Guardia Municipal pasó de 3.517 en 2019 a 3.619 en 2020 por "la prevención continua, respaldada por unas labores eficaces de investigación e inteligencia", señalaron los responsables.

Zubiaga destacó que el pasado año fue "atípico" por las circunstancias derivadas de la pandemia y recalcó que las fuerzas policiales tuvieron que añadir a sus habituales tareas las de hacer cumplir las medidas sanitarias así como las de ayudar al mantenimiento de confinamientos obligados o la realización de pruebas PCR a personas requeridas para ello. Asimismo, el responsable policial añadió que Donostia es "una ciudad segura" y que cuenta con una "una tasa delincuencial baja en comparación con ciudades similares".

El elevado aumento de los delitos de estafa, que pasaron de 875 en 2019 a 1.932 el pasado año, evidencia que este tipo de infracción, que ya había iniciado una tónica ascendente antes de la pandemia, se ha agudizado debido a ella, cuando las personas han hecho muchas más compras por Internet, según explicó. Asimismo, recalcó que los delitos de este tipo asignados a Donostia suponen que son los donostiarras las víctimas de ellos, pero los delincuentes los pueden llevar a cabo desde cualquier parte del mundo.

También crecieron en Donostia los delitos registrados de tráfico de drogas, en concreto, un 56%, ya que pasaron de 53 a 83 el pasado año. Zubiaga recalcó que, en este caso, no implica que haya habido más actividad delictiva, ya que no se suelen producir denuncias en estos casos, sino que los policías han detectado más infracciones y han conseguido localizarlas. Por otro lado, también se notó un descenso del 28,4% en los casos de conducción bajo la influencia del alcohol o drogas, lo que los responsables de seguridad achacaron a la reducción del ocio y la circulación de vehículos por las noches.

Los delitos más comunes bajaron notablemente por haber menos gente por las calles, un dato que se nota especialmente en Donostia, donde la presencia de visitantes fue notablemente inferior a lo habitual. Por ejemplo, los robos con violencia cayeron casi un 35% y fueron 146; los hurtos bajaron un 34,5% y fueron 3.155; los delitos contra la libertad sexual se redujeron casi un 33% y se quedaron en 59, y las lesiones en el ámbito familiar también se redujeron a 190, lo que supone un 9% menos.

Las infracciones penales contra las personas, como los malos tratos y la violencia en el ámbito familiar, bajaron algo, un 5,4%, mientras que las agresiones físicas y delitos sexuales cayeron aún más, con disminuciones del 33,6 % y del 32,9%, respectivamente.

Aunque los delitos contra el patrimonio descendieron en general, aumentaron los robos con fuerza en anexos a los domicilios, como garajes y trasteros. Alcanzaron la cifra de 272, lo que supone una subida del 55%. Los robos con fuerza en comercios y locales cerrados, por su parte, fueron 355, 6% menos que el año anterior.

Los asesinatos fueron dos el pasado año, un hombre en el parque de Araba y otro en la plaza de Catalunya, mientras que el año anterior fueron tres, y se contabilizaron cuatro homicidios en grado de tentativa, los mismos que en 2019.

El concejal donostiarra de Seguridad recalcó, por su parte, que se han experimentado mayores descensos en los barrios que en época prepandemia eran punto de cita de numerosas personas, como el Centro, Parte Vieja y Gros. Por otro lado, algunos barrios menos transitados por personas ajenas a ellos como Añorga o Martutene han sufrido aumentos de delitos.