- Las construcciones de la estación de Renfe en el barrio donostiarra de Herrera fueron demolidas en la jornada de ayer, por lo que, hasta que finalicen las obras, los viajeros no podrán cobijarse durante la espera de los trenes.

El derribo de las construcciones, sin embargo, no afecta al tráfico ferroviario, que sigue parando en Herrera, en un punto algo separado de la zona en obras.

La remodelación de la estación iniciada hace un mes contempla nuevas construcciones, así como un ascensor a cada lado del apeadero, rampas y escaleras. Una de ellas está prevista en el lugar que ocupa ahora un viejo roble, que podría desaparecer si se cumplen los planes aprobados, o salvarse, si se modifican.