a peatonalización temporal de las calles Tejería y San Cristóbal, en el barrio de Egia de Donostia, comenzó ayer y durará dos semanas, pero en su primera jornada de funcionamiento la división de opiniones en el barrio era evidente. Mientras algunos se mostraban tajantemente a favor de restringir el tráfico a los vehículos a motor, otros anunciaban que saldrán cada noche a protestar con un cacerolada.

La concejala de Barrios y Participación Ciudadana, Mariaje Idoeta, recalcó ayer que la puesta en marcha de la experiencia, a petición de grupos ciudadanos del barrio hace varios años, pretende analizar la situación y decidir si, en el futuro, estas dos calles sin cuesta son peatonales, o quizás puedan serlo otras. Por el momento, según la concejala, no hay una decisión. "Por ahora, se ha dejado Konkorrenea para el aparcamiento de residentes y tanto los accesos a garajes como las plazas de minusválidos están abiertas. Además, hay un horario de carga y descarga", explicó.

Más de un vecino, a pesar de que el Ayuntamiento lo había anunciado por distintos canales, se encontró ayer con el cierre de ambas vías y lo que para algunos fue una alegría, para otros fue un horror.

"¡Me parece fatal! ¿Dónde metemos los coches?", se quejaba una residente en la zona, que añadía: "Somos gente trabajadora y a mí no me llega para garaje". Asimismo, opinaba que "son cuatro" los que han pedido al Ayuntamiento que deje sin tráfico la zona. "El que ha movido todo vive aquí", acusaba. Otra mujer tampoco estaba de acuerdo. "Yo vivo en esta calle y vamos a tener más ruido por los bares. Aquí no hay mucho tráfico, solo los que buscan aparcamiento, y podemos ir por las aceras", decía. Y un señor lo calificaba de "absurdo". "Como el domingo en la Concha, cerrado al tráfico y no andaba nadie", añadía.

Pero otros egiatarras mostraban opiniones totalmente opuestas y aplaudían la retirada de tráfico en Tejería y San Cristóbal. "Me parece estupendo, así habrá más sitio para los peatones y menos para los coches", recalcaba una vecina, al igual que una madre de la cercana Aitor Ikastola, contenta con la propuesta.

Otro residente en la zona también mostraba su apoyo tajante a la iniciativa. "Es perfecta, yo dejaría así todo Donostia. Respiraríamos mejor, es más sano", recalcaba el vecino, defensor de que los coches no circulen por las ciudades.

Pero ayer solo fue la primera jornada de la iniciativa. Tras el 25 de abril llegará el balance y las decisiones. Por el momento, la experiencia se ha acompañado de un programa de actividades, como el mercadillo que tuvo lugar ayer por la tarde en las calles peatonalizadas, o el taller sobre diseño de mobiliario urbano previsto para hoy, de 9.00 a 16.00 horas, organizado por la Escuela de Arquitectura de la UPV.

Mañana, algunas clases de la ikastola Aitor se darán en la calle Tejería mientras que, por la tarde, está acogerá sesiones de yoga abiertas.