- Un grupo de 200 personas pudo asistir ayer en vivo al tradicional concierto-pregón de la Banda Municipal de Txistularis previo a la festividad de San Sebastián. La tradicional cita musical tuvo que cambiar de escenario a causa de la pandemia y se ofreció en la basílica de Santa María en lugar de en el salón de Plenos, como es costumbre.

Esta vez, la formación musical dirigida por José Ignacio Ansorena rindió un homenaje a artistas de la historia musical de Donostia como Aita Donostia, Pablo Sorozabal y Klaudio Sagarzazu. Los intérpretes también ensalzaron a la ciudad, que festeja el miércoles el día de su patrón, así como al gremio de los comerciantes, parte esencial en la economía donostiarra y están sufriendo las consecuencias de la crisis del covid. Para ello, los txistularis les hicieron un guiño entonando melodías de anuncios comerciales propios de la capital guipuzcoana como los de Churrería Celigüeta, El Búfalo y Amuebladora Comercial Hispania.

El programa musical arrancó a las 12.30 horas con Gabiltza kalez kale, un tema que pretendía poner voz al deseo social de poder salir con libertad y tranquilidad a las calles. Alkate soinua y Ohorezko kontrapasa, bailadas por Aiert Beobide, pusieron el broche final al acto.

El grupo folk-pop Nøgen también tomó parte en el concierto, con un cambio de registro total, pero temática también donostiarra. Con sus guitarras y su ukelele interpretaron su tema Zuek, así como Donostiako ziudadea, canción adaptada para la ocasión con letra de Pedro Mari Otaño.

Además, junto a los txistularis, también actuaron Kantuban Abesbatza, entre otros. Como este año se cumple el centenario de la publicación de las primeras piezas de Aita Donostia, la Banda de Txistularis y Miren Urbieta-Vega interpretaron su Oinazez. También se pudo escuchar en el concierto Haurtxoa sehaskan, del poeta Klaudio Sagarzazu, de cuyo fallecimiento se cumplen 50 años en este 2021.