a nueva rotonda creada para dar acceso viario al barrio de Txomin Enea acoge estos días la instalación de parte de los arcos de piedra de la desaparecida casa Txomin Txiki, conocida también como casa Txomin a secas, un edificio que, según los entendidos, es el que está en el origen de la denominación de esta zona perteneciente al barrio de Loiola y que llega hasta Martutene.

La recolocación de los restos del edificio que ejerció como centro del barrio, y junto al que tenía lugar el baile y otras actividades de ocio popular en el pasado, fue solicitada por la asociación de vecinos Lanberri, que deseaba que el recuerdo del antiguo barrio no desapareciese del todo con la construcción de los nuevos bloques residenciales, que conllevaron el derribo de las antiguas construcciones. La entidad vecinal también reclamó al Ayuntamiento de Donostia que se colocase el escudo heráldico que adornaba la construcción de 1924, obra del arquitecto Miguel Antonio Setién y de estilo neovasco. Además, pidió que se guardara, para su posterior recolocación en la nueva zona residencial, el mural de azulejos del demolido grupo de viviendas del Padre Abárzuza, con el lema Arantzan-zu? y la imagen de la patrona de Gipuzkoa.

Aunque algunos de los moradores de Txomin Enea se han mostrado estos días satisfechos con la reinstalación de los arcos del edificio Txomin Txiki, como un guiño histórico al viejo barrio desaparecido en la entrada a la nueva zona, no sucede lo mismo con la asociación Áncora, muy crítica con la operación. "Es la horterada máxima", asegura su presidente Alberto Fernández D'Arlas, que califica de "despojo" el arco que formó parte del edificio que se encontraba en el paseo Antzieta 9, junto a Gil-Enea. El experto en patrimonio añade que los arcos deberían estar en su lugar original y que su traslado en mitad del tráfico "no tiene razón de ser".

En sus últimos años, la construcción que en su momento fue suntuosa estaba mal mantenida, aunque destacaba su estética y la pintura azul de sus ventanas y carpintería. Áncora recuerda que el edificio Txomin Txiki, una imagen icónica del barrio que fue protagonista de un cuadro del dibujante Eduardo Lagarde donde se aprecia una multitud de personas bailando, estuvo protegido por el Ayuntamiento, aunque quedó posteriormente descatalogado. Áncora, además, lo incluyó en 2017 en un inventario de villas de interés patrimonial para que fuese protegido en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico y Construido (Peppuc), pero sin éxito, ya que la construcción suponía un obstáculo para los planes de acceso viario al nuevo entorno.

En las últimas décadas, al edificio se le conocía también en el barrio como la "casa del escultor", en referencia al artista José Lopetegui, nacido en 1896 y que vivió en ella.

Junto a la casa Txomin Txiki, construida en 1924, se celebraba un multitudinario baile y distintas actividades