l COVID-19 no ha acarreado únicamente consecuencias sanitarias y devastadoras huellas sociales. En lo económico, la pandemia no ha resultado menos virulenta. ERTEs, cierres de empresas, comercios que echan la persiana, autónomos ahogados...

Un panorama complicado en el que cualquier noticia positiva multiplica su efecto. Las nuevas iniciativas que echan andar en la época p.c (poscovid) son merecedoras de homenaje o, al menos, hay que reconocerles su valentía.

Comercios de alimentación, bares, cooperativas y propuestas culturales. Perder el miedo a dar un paso adelante es meritorio cuando el temor impera en lo social y lo económico.

Hacerlo con alegría ayuda. Y alegría y entusiasmo no faltan en los proyectos activados en el barrio de Egia, que va tomando nuevos bríos de la mano de emprendedores y emprendedoras entusiastas.

Egia está de moda y se nota. A ello contribuye un precio de alquileres razonable. Una vuelta al calcetín tras décadas.

Alquileres más accesibles y el ambiente de un barrio inquieto han contribuido

a la puesta en marcha

de distintos proyectos