- El proceso de contratación de las obras urgentes de rehabilitación de los colectores de la zona noroeste de Gros, cuyo proceso quedó paralizado en marzo a causa de la alarma sanitaria, se ha retomado. La próxima semana finaliza el nuevo plazo para que las empresas presenten sus ofertas para llevar a cabo una obra de 943.400 euros, IVA incluido, que pretende dar seguridad a unos conductos subterráneos de unos 80 años de antigüedad, muchos de los cuales tienen la estructura dañada, por lo que peligra su estabilidad, según señalan los informes técnicos elaborados.

"Se ha podido comprobar que con el paso del tiempo y del agua, la mayor parte de los colectores han sufrido una importante erosión principalmente en la base y la parte baja de los hastiales (muros)", dicen los expertos, que añaden que "el agravamiento de esta situación podría producir el hundimiento de dichos colectores generando riesgos a la seguridad de las personas, del medioambiente y de los inmuebles e infraestructuras cercanas". Por ello, consideran "primordial" la reparación de dichos colectores "antes de que se produzca" un incidente.

En concreto, las conducciones de aguas residuales y pluviales afectadas por el deterioro son las que corresponden a toda la calle Peña y Goñi, toda la calle Miguel Imaz, Ramón y Cajal (desde el pozo situado junto al número 4 hasta el paseo de Colón), Gran Vía (desde la avenida de Zurriola hasta paseo Colón), Agirre Miramon, Usandizaga, Ramon María Lili, y la avenida Zurriola, en el tramo entre Miguel Imaz y Ramon y Cajal y Gran Vía.

Así, pues, una vez seleccionada la empresa ganadora del concurso podrá comenzar la obra de rehabilitación de estas conducciones antiguas, con un plazo de ejecución de ocho meses.

El proyecto contempla, en principio, no abrir grandes zanjas y usar técnicas de rehabilitación por el interior de las galerías. El objetivo es asegurar el funcionamiento de esta red subterránea durante las próximas décadas, además de mejorar las condiciones de funcionamiento actuales, con las menores afecciones posibles al entorno y a las personas y un coste económico menor, según señala la memoria del proyecto.

El sistema de la rehabilitación previsto consiste en limpiar bien primero el interior de los túneles y picar tanto la solera como los muros antes de proyectar de nuevo hormigón sobre los muros para asegurarlos, entre otras tareas. El objetivo es alargar la vida útil de los colectores sin necesidad de interrumpir su funcionamiento, ni de reducir significativamente sus dimensiones.

Aunque no se abrirán grandes zanjas, habrá afecciones al tráfico en determinados momentos, ya que las obras obligarán a ocupar un carril de circulación y a desviar el tráfico por las zonas de aparcamiento. La mayoría de las calles bajo las que discurren los colectores dañados tienen un único sentido de la circulación.

Los colectores deteriorados se encuetran bajo las calles Miguel Imaz, Ramón y Cajal, Usandizaga, Gran Vía, Ramon María Lilí y Zurriola

Los trabajos durarán ocho meses desde su inicio y se llevarán a cabo por el interior de los túneles, sin abrir grandes zanjas