n grupo de profesores del instituto Usandizaga-Peñaflorida ha presentado una instancia en el Departamento de Educación del Gobierno Vasco con el fin de exigir que se les dé a conocer el estudio que ha llevado cabo la sección de etnografía de Aranzadi sobre el patrimonio histórico de este centro de estudios, el más antiguo de la capital guipuzcoana, que surgió de la denominada ley Pidal de 1845, aunque ya entonces tenía un pasado.

La reclamación oficial de finales de mayo supone un paso más en las demandas que lleva haciendo más de un año el grupo de profesores, molestos por la desaparición de trofeos, cuadros antiguos, muebles, libros y utensilios científicos, que son propiedad del veterano centro de estudios y que desean ver puestos en valor.

Por ello, y tras meses de discrepancias dentro del propio centro, hace un año los citados docentes recogieron unas 35 firmas y pidieron información a la dirección del instituto para saber qué había sucedido con algunos cuadros antiguos y otros materiales que guardaba el histórico centro y que no se repusieron tras una reforma y pintura de paredes en verano de 2018. Actualmente, algunos objetos de la historia del centro educativo se encuentran depositados en un despacho y otros, en cajas en un pasillo.

Según explica el profesor de Filosofía Christian Echeverría, defensor de que el patrimonio de mayor interés no abandone las instalaciones de Amara, un miembro de Aranzadi mostró en una reunión del claustro el 11 de marzo, en vísperas de la alarma sanitaria, una exposición powerpoint en la que se destacaba "lo mal cuidado que estaba el 95% del patrimonio y se decía que no había nada en correcto estado, por lo que había que llevárselo todo del instituto". "El estudio proponía que el lugar correcto para su socialización fuera el almacén Gordailua, de la Diputación", explica el profesor.

Pero Echeverría y el resto de personal contrario a la desaparición de los objetos históricos del centro quieren contrarrestar con argumentos esta propuesta, que no ha pasado por el consejo escolar, según denuncian. Para ello, piden conocer en su integridad el estudio de Aranzadi, no solo el resumen que se mostró con rapidez en la reunión del 11 de marzo, con más temas en el orden del día. El acta de aquel claustro, convocado a las 15.30 horas, señala que empezó a las 16.45 horas e ignora la presentación de Aranzadi, como si el asunto no se hubiera expuesto ante el profesorado, critica el enseñante. La realidad es que, hasta ahora, les está resultando muy difícil obtener el trabajo de los expertos, a pesar de que, recalca, el instituto abonó 15.000 euros. "Es verdad que el momento de la pandemia ha hecho que todo sea más difícil y que la delegación de Educación está ocupada con otras cuestiones", dice el docente. Sin embargo, cree que no debe ser motivo para desatender otras cuestiones que vienen de hace casi dos años.

A juicio del enseñante, existen prejuicios en torno al mantenimiento de algunos objetos históricos, como algún cuadro desaparecido que se atribuyó a un personaje incorrecto. También se han esfumado trofeos deportivos no muy antiguos y otros más lejanos, de la Sección Femenina en época franquista, logrados por jóvenes del instituto. Echeverría, además, critica que se haya justificado la retirada de muebles de interés por la suciedad que tenían o por la aparición de deposiciones de roedores. Recuerda, además, que institutos de Bizkaia celebran este año las Jornadas Europeas de Patrimonio en torno a la educación.

Calle Andia. El instituto Peñaflorida se asienta en Donostia desde 1888, cuando profesores de Bergara que eran liberales huyeron de la localidad en las guerras carlistas. La primera sede estuvo en la esquina entre las calles Garibay y Andia. En 1900 estrenó el edificio de la calle Urdaneta, que acoge hoy el Koldo Mitxelena, y en 1934 tomó el nombre de Peñaflorida, en recuerdo del fundador de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que impulsó el centro anterior de Bergara. En 1956 el instituto se trasladó al actual Usandizaga, con chicos y chicas en el alumnado, hasta que en 1965 los varones se trasladaron al nuevo edificio de José María Salaberria y se llevaron el nombre de Peñaflorida. Para el instituto femenino, se eligió Usandizaga.

Pasado. El centro de estudios tiene sus orígenes en un primer colegio jesuita de Bergara del siglo XVI, que fue luego Real Seminario Patriótico Bascongado.

Un grupo de profesores reclama conocer el estudio encargado a Aranzadi sobre el patrimonio histórico del centro de estudios