a pandemia ha parado el mundo durante varios meses y, ahora que parece que vuelve a arrancar, llega una temporada de verano que, cuanto menos, será atípica. Hay muchas incógnitas, pero parece que está claro que llegarán a la ciudad muchos menos visitantes que en años anteriores, sobre todo extranjeros. También serán muchos menos los donostiarras que dejarán su ciudad este verano para disfrutar fuera de sus vacaciones.

Donostia Turismoa trabaja en cómo adecuar la oferta y la actividad turística de la ciudad a la situación y uno de sus ejes será dirigirse, precisamente, a los donostiarras e invitarles a redescubrir su ciudad desde la perspectiva que lo hacen los visitantes. “Somos un destino con una oferta muy rica y variada y queremos recordárselo al público local”, apunta Isabel Agirrezabala, nueva directora de Donostia Turismoa desde noviembre del año pasado.

Esperan poder abrir la oficina de turismo la primera quincena de junio y que empiece a haber algo de movimiento el mes que viene. “Tener las puertas abiertas igual también puede ayudar a que eso se produzca, como pasa con el comercio, cuando las tiendas se abren la gente se empieza a animar y a entrar”, comenta Agirrezabala. Añade que con la apertura buscarán también apoyar al sector, “y dar un cierto mensaje de normalidad”.

Esa normalidad será solo relativa, pero puede ser también una oportunidad para que los donostiarras disfruten de sus vacaciones sin salir del marco incomparable de casa.