Decenas de contratos suspendidos siguen a la espera de que se retomen los servicios

El concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, sin llegar a cuantificar la cifra exacta de contratos suspendidos en la actualidad, cita entre los afectados el de limpieza de centros educativos públicos, cursillos de Donostia Kirola, servicios de animación de haurtxokos y gaztelekus, limpieza de los WC públicos, la propia OTA... "Son bastantes y de un importe considerable", reflexiona el edil. También hay trabajadores públicos afectados por el cierre de instalaciones como las casas de cultura o los polideportivos, aunque muchos continúan trabajando de forma telemática o presencial.

En estos casos, a pesar de la suspensión, el Ayuntamiento "sigue soportando el coste principal" del contrato, aunque no el total dado que los servicios no se prestan. A medida que avance la desescalada, habrá servicios que empiecen a volver a ofrecerse. "El problema es que no se retomarán al 100% de un día para otro", explica el edil, que apunta que dependiendo del nivel en que se podrán prestar esos servicios habrá que ir ajustando los contratos a medida que se levantan las suspensiones.

Además de las contrataciones suspendidas, hay otras que se encuentran en una situación de espera, por así decirlo, como la de la vigilancia y salvamento de las playas. La tramitación había comenzado ya pero el estado de alarma la paralizó y, en estos momentos, se sigue sin saber si las playas podrán abrirse con cierta normalidad en verano o no. Eso afectaría también a otros servicios subcontratados, como el de los toldos, el alquiler de piraguas, los cursillos de piscina, los bares... "Lo que sí está claro es que la temporada no arrancará el día 1 de junio y, en todo caso, parece complicado que, aunque se abran las playas al baño y al ocio, sea una temporada más o menos normal", cuenta el corporativo.

De todas formas, aclara que en caso de que en un momento o en otro se pueda abrir la temporada, el Ayuntamiento podría acelerar los procesos para contratar los servicios esenciales, como el de socorrismo, o recurrir a una prórroga, ya que la normativa del estado de alarma sí permite alargar contratos más allá de lo inicialmente previsto. "Si hay que contratar el servicio de socorrismo tendremos tiempo, pero sigue estando por ver cómo será el verano", explica.

En ese sentido, apunta que los servicios municipales van "reaccionando" a los cambios en la situación jurídica y a los que llegarán con las distintas fases de la desescalada, aunque de momento en esta fase cero no se retomarán servicios municipales suspendidos.

Además, Domínguez-Macaya recuerda que el escenario actual o al que volveremos tras el estado de alarma no será el mismo que el de principios de año, y que las necesidades de la ciudad son ahora otras, lo que afectará inevitablemente a los contratos y a los distintos servicios que ofrece el Consistorio. "La acción social tendrá prioridad en el Ayuntamiento y también la reactivación económica, porque si no el futuro será negro", señala el concejal, que avanza que en los próximos días tendrán reuniones con todos los departamentos municipales para redefinir sus prioridades. "Estamos intentando hacer los análisis más realistas posibles, pero las incógnitas son de tal calibre...".

De una forma u otra, Domínguez-Macaya asume que la pandemia y la crisis sanitaria condicionarán las cuentas de este año y del que viene al menos y, como consecuencia, algunos de los servicios que presta la ciudad, ya que los ayuntamientos tienen un marco normativo en materia presupuestaria que , a día de hoy, sigue vigente: "No podemos hacer lo que queramos".

Están afectadas la limpieza de colegios o de WC públicos, la OTA, los cursillos deportivos o la gestión de haurtxokos y gaztelekus, entre otros

Tras la desescalada, el escenario será diferente y habrá otras prioridades, lo que afectará a los servicios que presta el Consistorio