- El alcalde, Eneko Goia, defendió ayer que no se abriesen las playas donostiarras al paseo el pasado domingo, aunque añadió que la situación podrá cambiar en función de los decretos del Gobierno. El mandatario dijo que la decisión tuvo “toda la lógica” ya que “seguimos en situación de confinamiento y la salida de los niños a pasear es una excepción”. A su juicio, permitir el uso de las playas hubiera lanzado “un menaje negativo, como de normalidad, y un efecto llamada no deseado”.

Por otra parte, recordó que los barrios con mayor densidad infantil (Larratxo, Oleta y el entorno Iruresoro en Egia) están a más de un kilómetro de las playas, por lo que sus niños no hubieran podido disfrutar de ellas de cualquier modo.

EH Bildu, por su parte, pidió que se permita acceder a las playas. “Teniendo en cuenta que estos espacios están situados en zonas muy pobladas, no hay mejor manera de facilitar que se mantengan las distancias de seguridad que incrementar el espacio urbano utilizable”, señaló la formación soberanista, que añadió que “tampoco tiene sentido esperar a ver qué instrucciones llegan desde Madrid, porque es competencia municipal abrir o cerrar las playas”. Asimismo, la formación consideró que “no tiene sentido escudarse en el efecto llamada porque ninguna persona que viva a más de un kilómetro de las playas podría llegar a ellas”.