Donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, manifestó ayer que sería "lógico" que los cuarteles de Loiola se reubicarán en Zubieta, en la misma parcela en la que Instituciones Penitenciarias construirá la futura prisión y Centro de Inserción Social de Gipuzkoa. Para el mandatario donostiarra, el traslado de los cuarteles de Loiola a la parcela propiedad del Estado en el polígono de Eskusaitzeta sería lo normal "si en política imperara la lógica".

El Ejecutivo central adquirió la parcela al Ayuntamiento de Donostia en el año 2016 por algo más de dos millones de euros. El terreno tiene 284.255 metros cuadrados y, en principio, estaba previsto que acogiera una cárcel de grandes dimensiones. Sin embargo, el proyecto ha ido variando en los últimos años y el que se está redactado ahora prevé ocupar 32.600 metros cuadrados, un espacio mucho más reducido, por lo que quedará espacio libre.

Goia manifestó que, a pesar del deseo municipal de trasladar los cuarteles, del que es conocedor Itxaso, la situación es "difícil" por las "condiciones" expresadas por el Ministerio de Defensa. "Sobrará sitio por todos los lados pero igual hay otros condicionantes que lo hacen imposible", dijo el alcalde.

Por otra parte, se mostró esperanzado en que la construcción de la cárcel permita ya vislumbrar el arranque de los trabajos de la segunda fase de Txomin Enea. Según los plazos señalados por Itxaso, la nueva cárcel y Centro de Inserción Social de Gipuzkoa podrá ser una realidad en 2023. Solo cuando se "corte la cinta" de la nueva instalación de Eskusaitzeta, dijo Goia, se podrá derribar la actual prisión.

plan definido El alcalde manifestó que la voluntad del Ayuntamiento es que "el mismo día que salgan quienes ocupan la actual cárcel, estemos actuando" en el solar de la cárcel de Martutene. Añadió, además, que la segunda fase de las viviendas de Txomin Enea, más pequeña que la primera, será "más sencilla" y, además, "tiene ya definido y hecho todo el planeamiento urbanístico".

Por ello, el Consistorio pretende aprovechar el tiempo hasta que abra la nueva prisión de Eskusai-tzeta para cumplimentar los proyectos y concursos de obras, de modo que se pueda empezar la construcción de las viviendas en 2023. Al igual que en la primera fase de esta promoción, el suelo tendrá que elevarse sobre su cota actual para alejar el nuevo barrio de las inundaciones.