donostia - Los donostiarras generaron más basura en 2019 pero también separaron más residuos, lo que permitió que, por primera vez, el índice de recogida selectiva superara la barrera del 40% del total de residuos. Tras cuatro años atascada entre el 38 y el 39%, la recogida selectiva en el ámbito urbano cerró el año con una media del 40,3%, un punto y medio por encima de los datos de 2018 (si se tienen en cuenta los residuos de la industria, la tasa sería del 41,5%, también 1,5 puntos más que el año anterior). A pesar del incremento, los datos de Donostia siguen muy lejos de la media de Gipuzkoa, del 57%, con comarcas como Debagoiena donde en 2018 se superaba el 77%.

El incremento registrado en Donostia se basa en aumentos similares en la recogida de envases ligeros (5.400 toneladas, 360.000 kilos más que en 2018), vidrio (7.600 toneladas, 320.000 kilos más) y papel y cartón (casi 12.000 toneladas, 260.000 kilos más que el año anterior). También la recogida de materia orgánica aumenta en cantidades similares, con algo más de 5.800 toneladas clasificadas en el contenedor marrón, unos 300.000 kilos más que el ejercicio anterior (habría que sumar los 650.000 kilos más de orgánico tratado a través del autocompostaje).

También se contabilizan entre la recogida selectiva las pilas, aceite, plástico, madera, voluminosos, chatarra, neumáticos o elementos eléctricos que se depositaron en otros puntos de recogida específicos o en los garbigunes de la ciudad. Asimismo, se contabilizan con todos ellos los más de 700.000 kilos de textiles recogidos a través de los contenedores ubicados en distintas calles.

En total, las cifras definitivas de 2019 recopiladas por el Ayuntamiento de Donostia señalan que el año pasado se generaron en la ciudad (solo en el ámbito urbano) algo más de 88.000 toneladas de residuos, es decir, unos 472,1 kilos por habitante en todo el año (casi 1,3 kilos al día). La cifra es ligeramente superior a la de 2018, confirmando la tendencia al alza de los últimos años: tras una bajada significativa en 2012 y 2013 con motivo de la crisis económica, desde entonces cada año se genera más basura en la ciudad.

Gracias al ligero incremento de la recogida selectiva, de todas formas, el volumen total de los residuos sin clasificar (fracción resto) descendió también ligeramente (casi 1.000 toneladas menos, hasta un total de 52.600).

reorganización y chip El incremento de 2019 supera cuatro años de estancamiento, pero los datos de Donostia siguen lejos de los objetivos marcados. El Ayuntamiento quiere alcanzar el 60% de recogida selectiva (en realidad, esa meta ya se fijó como objetivo para 2016 y para 2020) y el Plan Klima DSS 2050, aprobado hace dos años, prevé llegar al 80% para el año 2030, lo que implicaría duplicar las cifras actuales en solo diez años.

El principal cambio orientado a mejorar los índices de reciclaje en los últimos años ha sido la reorganización de los contenedores, que implica eliminar contáiners de rechazo y colocar más destinados a la recogida selectiva. El objetivo es que en cada isla estén todos los contenedores, de manera que a los ciudadanos no les cueste más depositar sus residuos clasificados. La reorganización empezó a finales de 2018 en Intxaurrondo y Amara Berri y hace unos meses también se reagruparon los contenedores de Altza.

Otra de las actuaciones orientadas a mejorar las cifras de recogida selectiva sería la implantación de un chip en los contenedores de la fracción resto. Aunque el tema lleva años sobre la mesa y llegó a estar presupuestado, de momento sigue en fase de estudio y sin fecha. En Gipuzkoa, la instalación de este tipo de contenedores con chip para la fracción resto ha hecho aumentar las tasas de recogida selectiva en todos los municipios en los que se ha implantado de manera significativa. El hecho de cerrar esos contenedores de rechazo facilita que los ciudadanos apuesten por clasificar sus residuos.

La concejala de Espacios Públicos, Marisol Garmendia, anunció recientemente que se implantará el chip primero en un solo barrio a modo de experiencia piloto antes de generalizarlo de manera paulatina al resto de la ciudad pero que, antes de hacerlo, se debe cambiar la normativa actual.

los datos

2019. En Donostia se generaron 88.119 toneladas de basura (en el ámbito urbano, a lo que habría que añadir los residuos industriales). Eso significa que se produjeron 472,1 kilos por habitante, es decir, 1,3 kilos al día.

Selectiva. De esas más de 88.000 toneladas, 35.500 se recogieron de manera selectiva (40,3%). Teniendo en cuenta los residuos de la industria, se recogieron 91.879 toneladas. De ellas, el 41,5% de forma selectiva.

Por tipo. Se recogieron casi 12.000 toneladas de papel y cartón, 7.600 toneladas de vidrio (Donostia volvió a ser la ciudad del Estado donde más vidrio se recicla), más de 5.800 de orgánico (además de 650.000 kilos más del autocompostaje) y 5.400 de envases ligeros.

Rechazo. Los donostiarras generaron 52.600 toneladas de basura considerada fracción resto o rechazo (sin clasificar), es decir, 281,6 kilos por habitante.